El martes de la próxima semana se celebrará en Pollença el pleno extraordinario de organización municipal, que incluye la propuesta de alcaldía de fijar la periodicidad bimensual de los plenos ordinarios, cuando hasta la fecha se celebraban cada mes. En concreto, la propuesta contempla que los plenos se celebren el último jueves de los meses impares a las 20 horas.

Esta decisión no ha sentado nada bien en el principal grupo de la oposición, Junts Avançam, que ayer definió la pretensión del alcalde Tomeu Cifre (Tots per Pollença) de "retroceso democrático" y de falta de transparencia, participación y control de la acción de gobierno. "El alcalde pretende reducir el control al equipo de gobierno por parte de la oposición", denunció esta formación.

Por otra parte, desde este partido criticaron ayer también que el alcalde haya modificado el horario de verano del personal laboral del Ayuntamiento, por lo que estos trabajadores acabarán la jornada a las 15 horas y no a las 14 horas, como los funcionarios, durante los meses de julio y agosto.