Un año más, el Pinaró de Ses Vegues ha sido el punto de encuentro para la jornada de recogida de la pauma (palmito) de Capdepera. Convocados por la Obreria de Sant Antoni, un centenar de personas han asistido a esta jornada de recogida con el fin de que las madones de sa llata tengan materia prima suficiente para serguir confeccionando esta antigua labor.

A primera hora de la mañana, el equipo de palmeros ha inicido la ruta de recogida. Han recorrido lugares como Son Jaume, na Llobrega, Sa Mesquida e, incluso, el paradisíaco rincón del Gulló. La voz cantante de esta recogida la han llevado los mayores con gran experiencia pero la jornada ha contado con jóvenes colaboradores que querían aprender esta tradición tan sentida.

Entre los asistentes, ha habido los profesores y alumnos de la Escola de l'Art de las Madones de Sa Llata, de Llubí, que han vivido en primera persona cómo es una jornada de recogida de la llata como parte del proceso de la manufacturación del palmito.

Lejos de las interminables jornadas de sol a sol de antaño, citas como las de de esta mañana son altruistas y lúdicas pero permiten tener pauma para poder obrar a ses madones y a sus aprendices.

Otro equipo de la Obreria de Sant Antoni ha sido el encargado del avituallamiento de los recolectores voluntarios. A media mañana han preparado una merienda y la jornada ha concluido sobre las dos de la tarde con una comida y una siesta bajo la sombra del pinar de Es Vegues e incluso algún que otro chapuzón en la playa de Cala Agulla.

Finalizada la tradicional jornada de recolección es tiempo de iniciar el proceso de secado de la obra de pauma en las terrazas o fincas de las manufacturadoras.