El ayuntamiento de Santanyí quiere evitar que el agua de la cala que lleva su nombre pase de transparente a amarilla y dé mala imagen al municipio. Por ello y como ya sucedió el año pasado espera la autorización de Demarcación de Costas para poner en marcha la bomba que haga fluir el líquido y evitar el problema.

La alcaldesa, María Pons, quiere acelerar los trámites antes de que el agua cambie de color con la subida de las temperaturas y por eso ya ha contactado con la administración estatal. En 2008 Cala Santanyí ya tuvo una bomba de recirculación de agua marina para evitar la proliferación del alga Alexandrium Taylori, que provoca que cambie de color. De hecho, fue todo un éxito porque desde su puesta en funcionamiento, las aguas se mantuvieron siempre en perfecto estado. Pero la bomba debe retirarse durante el invierno y volver a conectar en verano, un trabajo que todavía no se ha hecho porque falta la autorización de la Demarcación de Costas de Balears. Un órgano que depende del Gobierno Central y que aún no ha contestado a la solicitud que el ayuntamiento santanyiner hizo el 15 de marzo de este año.

Es por eso que esta semana la alcaldesa del municipio, Maria Pons, se ha puesto en contacto con la nueva jefa de Costas, Almudena Domínguez, para acelerar el proceso, ya que hoy el agua ya empezaba a cambiar de color. Según explicó Pons “sabemos que el nuevo equipo de Costas hace muy poco que ha llegado al cargo, pero es urgente que pongamos solución a la situación de Cala Santanyí”.

40 kilos de residuos

Por otro lado en el marco de las fiestas de Sant Joan de Portopetro, el centro de buceo Petro Divers ha realizado una limpieza del fondo marino de dos playas de la zona, de donde ha retirado unos 40 kilos de residuos, la mayoría plásticos arrastrados por la corriente. Tanto la alcaldesa como miembros del consistorio acudieron para darles las gracias.