El rector de Pollença, Francesc Vicens, confirmó el viernes a través de las redes sociales que la procesión del Corpus del próximo domingo se realizará, como el pasado año, sin la presencia del corderito vivo en cumplimiento de la ley de bienestar animal. En los últimos días se había especulado con la posibilidad de que el animal regresara a la marcha religiosa protagonizada por Sant Joan Pelós y las ‘Àguiles’ debido a que el nuevo alcalde, Tomeu Cifre (Tots), habría instado al rector a recuperar la tradición propia de Pollença.

La parroquia ha querido desmentir los rumores y ha asegurado que, mientras esté prohibido por la ley, el cordero vivo no formará parte de la procesión, a pesar de considerar “injusta” la ley porque “no está motivada por criterios técnicos sino subjetivos y/o políticos, creando agravios comparativos evidentes”. Según Vicens, la desobediencia no es una opción porque “según la moral católica solo es posible cuando está en entredicho un principio esencial”.

En cualquier caso, la parroquia “no renuncia a seguir luchando para salir con el cordero cuando así lo permita la ley”.