El Port de Sóller registró ayer la mayor rissaga de los últimos años. En pocos minutos, el nivel del mar osciló unos 157 centímetros. Afortunadamente, no se registraron pérdidas materiales y las embarcaciones amarradas en el muelle no sufrieron daños graves.

A las ocho de la mañana, el agua del mar subió tanto que sobrepasó el muelle, inundando el asfaltado para sorpresa de todos los que se encontraban en el Port de Sóller. La rissaga de ayer es la segunda más importante que sufre la zona desde hace once años. En 2008, Sóller se vió azotado por una de dos metros, que a diferencia de la de ayer, sí causó daños materiales en embarcaciones e inundó diversos establecimientos.

La Agencia Estatal de Meteorología explicó que una rissaga es "una oscilación del nivel del mar que ocurre por variaciones rápidas de la presión atmosférica. Se produce cuando las ondas gravitatorias de la atmósfera se acoplan con la oscilación propia del puerto o de la cala" donde se produce este fenómeno. Para que se produzca este fenómeno atmosférico se deben dar una serie de condiciones meteorológicas. Entre ellas que el día esté nuboso, que haya masas de aire cálido entre los 1.000 y los 1.500 metros y que por encima de estas capas haya inestabilidad atmosférica y vientos fuertes en torno a los cinco mil metros de altitud.

En Ciutadella

Además de en Sóller, otros puntos de la isla como Alcúdia y Can Picafort sufrieron oscilaciones en el nivel del mar. En Menorca, Ciutadella vivió una rissaga de 92 centímetros, así como varias de hasta medio metro, según la Agencia Estatal de Meteorología. Por ello, los expertos activaron la alerta naranja en Menorca hasta las cuatro de la tarde y la amarilla hasta las doce de la noche.