Un total de 52 barcos fondearon el sábado en la ensenada natural que forman las playas de Portals Vells y El Mago, en el municipio de Calvià.

La mayoría de ellas lo hicieron sobre fondos protegidos de posidonia oceánica y sin respetar las distancias mínimas para poder echar el ancla en las proximidades de la costa.

Fue una jornada de mucha saturación, no solo en el mar, sino también en la costa, pues a la habitual concentración de bañistas de los fines de semana de verano en los pequeños arenales se sumaron varios grupos de viajes de estudios, procedentes de Cataluña, que llenaron por completo la zona.

Ninguna embarcación de Medio Ambiente ni agentes del Seprona hicieron acto de presencia en la zona para advertir a los responsables de las embarcaciones fondeadas de forma irregular.

El fondeo de embarcaciones sobre posidonia está prohibido en Baleares desde julio de 2018. En esa fecha el Govern aprobó el decreto sobre la conservación de la posidonia, cuyo objetivo es preservar los 650 kilómetros cuadrados de praderas de esta planta que puebla los fondos marinos de las islas.

La posidonia ya estaba protegida por una directiva europea como hábitat prioritario y por la legislación estatal como especie incluida en el catálogo de especial protección y de especies amenazadas.

Las funciones de vigilancia, inspección y control corresponden a las administración autonómica, a través del servicios de agentes de Medio Ambiente, la dirección general de Espacios Naturales y Biodiversidad y la dirección general de Ordenación del Territorio. Las sanciones prevén multas de entre 100 euros para las faltas más leves hasta los dos millones para las más graves.