Centenares de visitantes se acercaron a Porreres el pasado sábado a la Fira de l'Albercoc para comprar y degustar las distintas variedades del albaricoque que, durante estas fechas, ya han madurado, Rojo Carlet y Canino y, a su vez, para poder adquirir infinidad de productos relacionados con los albaricoques: cocas dulces, cremadillos, ensaïmades, granizados, licores, confituras, ?

Los distintos productores, ya desde hace semanas venían anunciando que la presente campaña va a ser muy inferior a la del año pasado ya que, tras varios años de mucha producción, las distintas plantaciones reducen su rendimiento de forma natural para que el árbol pueda recuperarse.

A esta situación este año se le tiene que añadir la climatología adversa que ha sufrido la zona, con un mes de febrero con temperaturas superiores a las normales que hacen que la flor no pueda fructificar en las mejores condiciones y se pierda el fruto. Los agricultores hablan de una disminución del 75% respecto al año pasado.

A pesar de ello, Esperança Mora, gerente de la Cooperativa de Porreres, comenta que la calidad sigue siendo excelente, pero temen que la campaña estrella del Galta Vermella este año sea insignificante o prácticamente nula.

El acto más esperado en cada una de estas siete ediciones siempre ha sido el concurso de xapar albercocs, donde los participantes reviven la tarea de los sequers que tanta vida económica proporcionó a Porreres en los años 60,70 y 80 del pasado siglo.

Este año han participado ocho parejas y, tras una reñida final, las ganadoras fueron Llúcia Salleras y Miquela Nicolau. El colofón final lo puso el ball de bot del grupo local Estol Porrerenc.