Una vez desperezada, la temporada turística de Magaluf avanza a velocidad de crucero, al menos en lo referente a los escándalos mediáticos (no tanto en ocupación, que sigue a medio gas). En las últimas horas, se han difundido al menos dos grabaciones que muestran a parejas manteniendo relaciones sexuales a plena luz del día en espacios públicos de Magaluf.
Se trata de unas escenas que, en teoría, están prohibidas por la ordenanza municipal de Calvià para el fomento de la convivencia, que establece multas que llegan hasta los 600 euros.
La repetición cada verano de este tipo de situaciones compromete el esfuerzo institucional y empresarial realizado desde hace más de un lustro para enderezar la imagen del destino y combatir el hooliganismo turístico.
Ése es, por ejemplo, el objetivo de la ordenanza anteriormente citada, que incluye también severas multas por el consumo de alcohol en la calle o actos incívicos como orinar o escupir en la vía pública. Una normativa municipal que se aprobó con posterioridad al gran escándalo internacional que causó el episodio del 'mamading' de Magaluf.
Empresarios de la zona lamentan que las imágenes del turismo de excesos puedan empañar los avances logrados en los últimos años, en que se ha ido aumentado ligeramente la llegada de un turismo más familiar y de parejas.
Esos empresarios consideran que la estampa de un turista ensangrentado y vendado como se podía ver este jueves por la mañana al lado de uno de los hoteles emblema del 'nuevo Magaluf' no representa un motivo para el optimismo respecto a lo que aún queda de temporada.
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