Balears producirá este año 1.050 toneladas de almendra en grano. Esta cifra supone un descenso de la producción del 16%, según el primer aforo de campaña realizado por la Mesa Nacional de Frutos Secos, que en julio actualizará dichos datos. Teniendo en cuanta que la campaña pasada, las islas produjeron 1.250 toneladas, este año la reducción estimada es de 200 toneladas.

Tomeu Martorell, presidente de la cooperativa payesa de Inca, indica que en su cooperativa se negociaron 200 toneladas hace tres años pero que “el año pasado ya solo fueron diez toneladas”.

Y, sin embargo, España producirá este año 62.568 toneladas de almendra grano de alta calidad, un 0,71% más que en 2018 y un 18% por encima de la media de los cinco últimos años.

En un comunicado conjunto, fuentes de las organizaciones que conforman esta Mesa -Cooperativas Agro-alimentarias, Asaja, COAG, UPA y la Asociación Española de Organizaciones de productores de frutos secos y algarrobas (Aeofruse)- han calificado la producción de “récord”, al igual que ya hicieron en 2018.

La disminución de la producción en Balears, Castilla-La Mancha, Aragón y Murcia por episodios de fuertes lluvias en abril y de heladas en marzo se ve compensada por el incremento de la producción en Andalucía, Cataluña y Comunitat Valenciana, sobre todo por la entrada en producción de nuevas plantaciones.

Xylella

El problema del archupiélago es, además, la fuerte afectación de los almendros por la plaga de Xylella, según confirman diversos agentes del Sector.

Tomeu Martorell sostiene que “los almendros mueren y los payeses no los reponen, y los que sobreviven enfermos dan un fruto de mala calidad”. El payés considera que “recuperar la producción será difícil hasta que empiecen a producir las grandes plantaciones que se hacen ahora”.

Explotaciones

El portavoz de los payeses de Inca reconoce, por otra parte, que “aunque se llegue a recuperar la producción, el modelo tradicional de Balears se ha perdido. La almendra ya no será un cultivo complementario para el pequeño payés. La producción ahora se concentrará en varias grandes explotaciones muy concretas y en manos de unas pocas empresas”. Martorell lamenta que “probablemente eso también signifique la desaparición de muchas variedades tradicionales en favor de otras internacionales y más productivas”.

La Mesa de Frutos Secos también aprovecha para confirmar que sigue con preocupación la expansión y daños ocasionados tanto por la Xylella fastidiosa como por la avispilla del almendro.