Los resultados electorales registrados ayer en Muro, con ligeras variaciones, dibujaron un escenario muy similar al de las pasadas elecciones de 2015, con escasas posibilidades de que se produzca un vuelco en la sala de plenos.
Convergència Democràtica Murera (CDM), partido que ha liderado los últimos pactos de gobierno, perdió ayer uno de los cinco regidores que consiguió en 2015, aunque volvió a quedar como la formación más votada, con bastante diferencia sobre el resto de formaciones. Los resultados de CDM, que estrenaban candidato ante la retirada del actual alcalde Martí Fornés, permitirán reeditar el pacto con PP y El Pi que ha gobernado el municipio estos cuatro años.
El Pi tiene ahora dos regidores y el PP mantiene el edil obtenido en 2015, pero la suma de concejales con CDM es la misma, un total de siete, los suficientes para alcanzar la mayoría absoluta.
Por su parte, UIM, partido que nació como una escisión de la antigua UM, fue la segunda formación más votada, pero mantiene los mismos dos regidores.
El PSOE puede estar contento con los resultados porque gana un regidor, pasando de dos a tres representantes en la corporación, aunque no le servirán para gobernar. Més, por su parte, mantiene casi el mismo apoyo electoral y se queda con dos ediles que deberán estar en la oposición.
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