Mancomunar significa definir proyectos y estrategias comunes, agrupar intenciones, ilusiones y aunar esfuerzos para ganar eficacia y reducir costes. No es el caso de la silenciosa y distante Mancomunitat Pla de Mallorca. La entidad no responde a su nombre. Sigue presa de los males endémicos que le endosaron el Govern y sobre todo el Consell, al crearla en 1982 para organizar sus obligaciones foranes. Es su delegación en el Pla.
La Mancomunitat no responde a ninguna vocación de conjunto de los ayuntamientos que la integran, por eso sus alcaldes solo necesitan verse cada trimestre y está consolidada como mera sociedad burocrática de servicios municipales. Esta es la causa por la cual lo más relevante del ente supramunicipal son sus presupuestos, deudas y descuadres. Importa el balance y en medida mucho menor el servicio.
