La Comisión de Medio Ambiente de Balears (CMAIB) ha avalado un plan para actuar contra la proliferación de la oruga peluda, un tipo de insecto que afecta sobre todo a las encinas, provocando su defoliación. La actuación consiste en fumigar desde el aire las principales zonas que fueron afectadas el año pasado. También se realizan acciones sobre el terreno.

Según consta en una resolución de la CMAIB fechada el pasado mes de abril, los lugares que sufrieron con más intensidad esta explosión epidémica fueron la zona central de Mallorca (Inca, Llubí, Sineu, Muro y Lloret de Vistalegre) y los núcleos de Esporles y Valldemossa, en la Serra de Tramuntana. Los técnicos estiman en 4.529 las hectáreas afectadas por la oruga peluda ( Lymantria dispar) en 2018. La justificación de este tratamiento fitosanitario viene determinada por la necesidad de actuar contra el "previsible incremento" de la plaga"previsible incremento" de la plaga, tal y como consta en la mencionada resolución.

Núcleos urbanos

La fumigación aérea, según detalla el proyecto de actuación, debe realizarse bajo unas condiciones determinadas. Así, no tiene que echarse el producto fitosanitario sobre núcleos urbanos. Tampoco sobre asentamientos apícolas o cultivos ecológicos. En la zona de la Tramuntana, un avión es el encargado de acometer la operación, mientras que en el centro de Mallorca la función la asume un helicóptero.

Respecto al producto fitosanitario, éste usa como principio activo una bacteria ( Bacillus thuringiensis de la variedad Kurstaki) que actúa contra este tipo de lepidópteros. La sustancia se echa pulverizada con una dosis de entre 1,5 y 3,5 litros por hectárea.

El informe de la CMAIB recoge que se han producido dictámenes favorables tanto del Servicio de Protección de Especies como del Servicio de Espacios Naturales sobre el proyecto de control integral de la oruga peluda. De igual forma lo ha autorizado el Servicio Ambiental de la conselleria de Salud Pública y Participación, aunque con una serie de condiciones.

En este sentido, este departamento autonómico recuerda que debe advertirse a la población de las zonas que serán objeto del tratamiento fitosanitario. También determina la necesidad de mantener una franja de seguridad mínima de 50 metros alrededor del área tratada para así evitar exposiciones accidentales al insecticida. Asimismo, Salud Ambiental prescribe que debe mantenerse otra franja de protección respecto a los puntos de extracción de agua para consumo humano.

El plan de control integral se planteó para el periodo que va desde el pasado 15 de abril al próximo 15 de junio, con dos aplicaciones de producto.

Un insecto que provoca la defoliación de los árboles

La oruga peluda es un insecto lepidóptero que en fase larvaria se alimenta de hojas y brotes principalmente de encinasen fase larvaria se alimenta de hojas y brotes principalmente de encinas, aunque también ataca a otros vegetales. Puede provocar importantes efectos sobre los árboles, como defoliaciones, debilitamiento, pérdida de cobertura vegetal y de suelo, además de la alteración de las cadenas tróficas de diversas especies de la fauna autóctona. El año pasado, la irrupción de la oruga peluda obligó a la conselleria de Medio Ambiente a declarar oficialmente la existencia de la plaga. En total, en 2018, se vieron afectadas 4.529 hectáreas de encinar en Mallorca, especialmente en la zona central (Inca, Llubí, Sineu, Muro y Lloret), así como en los núcleos de Esporles y Valldemossa.