El buen tiempo ayudó a que Sencelles viviera ayer la exitosa romería que realizan los devotos de la beata Francinaina de la zona de sa Casa Blanca y el Pla de Sant Jordi.

Este año se celebró la XXXIII edición. A las siete de la mañana los peregrinos, que fueron obsequiados por la organización con chocolate y ensaimadas, iniciaron su camino a pie, mientras que carros, carrozas y tractores emprendieron la marcha una hora más tarde.

Sobre las doce del mediodía los peregrinos hicieron su entrada por las calles de la localidad que para la ocasión se habían engalanado con plantas en las aceras y telas damasquinadas colgando de ventanas y balcones.

Posteriormente tuvo lugar un oficio religioso que dio paso a una multitudinaria paella de hermandad en el polideportivo municipal de la localidad del Pla.