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Bartomeu Comas: "En la isla no hay ningún control sobre la cantidad de pozos ilegales que existen"

"Debemos intentar tener un mínimo de agua y repartirla mejor y de forma más justa a la comunidad"

Tolo Comas sujeta una pinza hidráulica. s. campins

P ¿Cuántas personas forman la comunidad de regantes y cuánta agua suministra?

R Ahora mismo en la comunidad somos unas 280 personas y todas ellas tienen acceso al agua que llega de la Font de ses Artigues. Aunque hace años que sigue habiendo problemas en el reparto, actualmente ha mejorado bastante. No siempre hay garantía de agua, nosotros hablamos de 20 metros cúbicos a la hora, según el mes. Si es agosto, por supuesto que no. Por ejemplo, hace un par de años durante el mes de julio la cantidad de agua estaba por debajo de la media y ahora mismo proporciona, aproximadamente, unos 35 metros cúbicos la hora. Durante el pasado mes de diciembre llegó a sacar unos 600 metros cúbicos de agua y en verano emanan una media de 20 metros si la temporada es buena.

P Ha habido problemas por la contaminación del agua. ¿A qué se debía?

R Para que entrase en funcionamiento la planta potabilizadora se debía arreglar una fosa séptica. Hace años ya había dinero para solucionarlo, pero en los últimos años se ha cambiado el presupuesto unas dos o tres veces. Esta agua podría inyectarse a la red pública, principalmente en invierno y dar suministro a la red pública.

P ¿Siendo Alaró un pueblo tan rico en agua, por qué se extrae el líquido del subsuelo teniendo en cuenta que hay tantas fuentes?

R De entrada, el agua de la comunidad de regantes está inscrita como agua privada, igual que la gente que tiene un pozo privado; es un sistema de concesión. El Ayuntamiento que ha estado más cerca de usar el agua de las fuentes estaba encabezado por Joan Simonet. Se hizo un convenio de ocho años con el Ayuntamiento en el cual la comunidad le cedería durante el invierno toda el agua que quisieran, y se debía pagar la cuantía de 0’06 euros por metro cúbico, como cualquier regante. A principios de este año se cumplió el tiempo establecido y el convenio quedó anulado. La idea era que se estableciera un acuerdo para que el Ayuntamiento comprara agua a la comunidad mencionada y la suministrara a la red pública.

P ¿Cómo se afronta la sequía de este año?

R El caso es que la fuente es diferente a los pozos, si cerramos la salida del agua de la fuente, esta saldría por otro lado. Debemos intentar tener un mínimo de agua y repartirla mejor y de forma más justa para que se pueda suministrar a toda la comunidad.

P Algunos sucesos desgraciados han puesto de actualidad la seguridad de los pozos. ¿Cree que la Administración controla la seguridad de los pozos de la isla?

R No hay ningún tipo de control en la seguridad de los pozos y, menos, de la cantidad de pozos ilegales que existen.

P Como especialista en pozos, el caso de Julen le debió impactar.

R Por lo que recuerdo, Julen se cayó en un pozo seco, sin entubar y, sin protección adecuada, un sábado por la mañana. Se avisó a las únicas personas, en aquellos momentos, más indicadas para solventar el problema: los bomberos. No pudieron hacer nada. Lo primero que se precisaba era ver el fondo del pozo, esperando ver al niño y no fue así.

P ¿Y si se produce otro caso similar?

R Desgracias como la muerte de Julen en un pozo sin taponar inducen al dolor como primera reacción. Una vez pasado el tiempo del duelo es necesario reflexionar y racionalizar lo sucedido con el fin de extraer lecciones para el futuro. Desde mi experiencia como técnico durante treinta años y trabajando en resolver problemas en el fondo de pozos, ninguno con la enjundia de la muerte de Julen, escribo estas reflexiones sobre las labores de rescate y las lecciones de futuro que podemos extraer. No me cabe ninguna duda de que todos los que participaron en los trabajos lo hicieron lo mejor que supieron. Debo alabar la idea de un bombero que bajó un móvil para grabar en vídeo del fondo del pozo. En cuanto Julen cayó al pozo en fin de semana se llamó a los bomberos, el único personal disponible. Hicieron lo que pudieron sin los medios adecuados. Para movilizar medios más útiles hubo que esperar al lunes, cuando las personas especializadas estuvieran disponibles en sus puestos oficiales. El resto de esta fase inicial es fácil de imaginar: llamadas entre los jefes de diferentes estamentos… Al final se consiguen los medios definitivos para afrontar el rescate, pero el niño, seguramente, ya había muerto.

P La operación de rescate se desarrolló entre errores que retrasaron el proceso. ¿Cuáles cree que fueron los más relevantes?

R En un principio el desorden y el desconocimiento eran mayúsculos. Ninguno de los responsables de la operación tenía una idea exacta de lo que se traía entre manos, incluido un ingeniero de minas que daba explicaciones a los medios de comunicación. En medio de la confusión, los directores decidieron introducir en el pozo una ‘chupona’, una bomba de succión. ¿Cómo es posible que el técnico que dirigía las labores no sepa que este aparato no funciona a partir de los diez o doce metros de profundidad? Supongamos que la ‘chupona’ fuera especial y capaz de extraer piedras a 70 metros. Si hubiera encontrado al niño hubiera succionado cualquier parte de su cuerpo.

P ¿Cómo es el proceso para extraer material de un pozo?

R La mayoría de pozos no son verticales, por eso no se ve el fondo desde la superficie, sino que hacen una especie de curva. Lo normal en el mercado son las cámaras que se introducen en las tuberías de aguas fecales para su inspección, estas son muy pesadas y el cable que las conecta al control de video no suele soportar su peso para que trabajen en posición vertical. Una vez se haya visionado el fondo del pozo con detalle, se precisa de un conjunto de herramientas que puedan trabajar a muchos metros de profundidad, acompañadas de la cámara para poder ver el trabajo que realizan estas herramientas. Además, por condiciones técnicas, no es posible controlar la fuerza con la que la herramienta coge la pieza. Quiero recordar que las herramientas que utilizamos están a muchos metros de distancia y que se desplazan con la gravedad, nunca donde el pocero quiere que se dirijan. Este trabajo es similar al de los buzos, hay un tiempo estipulado de trabajo y otro de descanso. Pero en nuestro caso no hay descanso alguno. Hay un tiempo para bajar la herramienta, un tiempo para coger el material y un tiempo para extraerlo a la superficie. Es un récord poder realizar cinco operaciones completas en una hora. Es cuestión de suerte. En el caso de Julen han aparecido unos vídeos en los que se ve un hierro con punta en una cabeza y una argolla en la otra, a la que va atada una cuerda. Una vez lanzado se clava en la arena. Los lanzamientos se producían una y otra vez. ¿Qué pretendían?

P ¿Cree que nuestro país cuenta con equipos especializados en esta disciplina?

R La primera conclusión es que España no cuenta con equipos con la experiencia suficiente para afrontar accidentes como el que ocurrió en Málaga. La segunda es que el Estado debe trabajar para constituir una unidad que entrene estas situaciones y que pueda desplazarse a cualquier punto de la geografía nacional cuando se produzca una alarma similar. Todo mi material está al alcance de quien lo necesite.

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