La Fira del Jai tuvo ayer un gran componente artesanal en su muestra anual. El ayuntamiento de Búger decidió dar protagonismo este año a los artesanos y a los vendedores de productos autóctonos.

La calle Major se decoró profusamente con motivos tradicionales para albergar una muestra artesanal mucho mayor que años precedentes. Prácticamente desde el inicio de la calle hasta la iglesia se colocaron puestos artesanales de diversa índole. Llamaron la atención los cesteros que ofrecían muestra de su trabajo en vivo, así como las tejedoras y bordadoras.

El establecimiento local Forn de Can Rafel quiso además hacer participe al pueblo del éxito cosechado en el último campeonato mundial de ensaimadas y ofreció una degustación de su receta. Horneó una ensaimada de aproximadamente 1,5 metros de diámetro que distribuyó gratuitamente.