A Esporles Pueblo dulce, de artesanos y, desde hace ya ocho años, pueblo de cuento. La cuarta edición del Contesporles, festival internacional de carácter bianual, arrancó ayer con buen tiempo, después de la lluvia caída el día anterior y que hizo pensar en lo peor. Al final, y quizá con menos gente en las primeras horas que en años anteriores, el pueblo se volcó con esta cita que no deja de sorprender y entretener a pequeños y grandes, y que culminará hoy con una nueva jornada lúdica. [Vea aquí las imágenes]

Un carrusel de chatarra, juegos reciclados, lluvia de confeti, talleres de estampación o ilustración, sesiones de cuentos, la batalla de moros y cristianos en clave infantil. Cada rincón de Esporles vive este festival como una auténtica fiesta, desde los bares y restaurantes del pueblo, que también participan con Menús Contesporles, hasta la Biblioteca, el Espai de creació L'AUCA, Sa Rectoria, el Refugi de Son Tries o la Casa des Poble. El epicentro está situado en el Passeig del Rei, donde también se encuentra el Punt d'Informació.

El Contesporles aspira a alcanzar la cifra de visitantes de otros años, que llegó hasta los 5.000. Todo gracias al tesón de personas anónimas, los vecinos, y también a compañías y profesionales, algunos del sector de las artes escénicas, de renombre, como Nívola Uyá, el Circ Bover, Cecilia Giménez, Marino e Marini, Estudi Zero Teatre o Tomàs Vibot.

La segunda jornada, la de hoy, comenzará a las 10 de la mañana y concluirá a las 19 horas, con el último cuento, Conte contat, en la sala de actos de Sa Fàbrica.