El proyecto El Bosque Marino, desarrollado por el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) y la empresa Red Eléctrica en la bahía de Pollença con el objetivo de recuperar una pradera de posidonia degradada habrá completado a finales del próximo mes de mayo el 60 por ciento de la superficie programada para las plantaciones.

De esta forma, se habrán recuperado unos 15.000 metros cuadrados de los 20.000 proyectados mediante la plantación de unos 8.000 fragmentos de posidonia. En total, el proyecto contempla la siembra de 12.800 fragmentos, principalmente esquejes procedentes de plantas adultas, aunque también se trabaja con plántulas que, no obstante, tienen menos posibilidades de sobrevivir.

Hoy, representantes del Imedea y Red Eléctrica, además del conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, han visitado el aeródromo militar del Port de Pollença, que presta sus instalaciones para el proyecto, para supervisar los avances realizados en el plan de restauración marina.

El Bosque Marino cuenta ya con tres plantaciones efectuadas en marzo y en noviembre de 2018. Actualmente, se lleva a cabo una nueva plantación, que concluirá a finales de mayo, y está previsto realizar una última plantación a finales de 2019. Según han explicado, se aplica la metodología de recolección, cultivo y plantado de posidonia ya puesta en práctica en el proyecto de I+D+I desarrollado por las mismas instituciones en las bahías de Santa Ponça y de Talamanca (Eivissa).

El proyecto incluye también el seguimiento detallado de los ejemplares y de la recuperación de la pradera en su conjunto para estudiar la evolución del ecosistema biológico asociado.

En este sentido, el director del Imedea, Jorge Terrados, ha explicado que, a pesar de la dificultad que implican las tareas de plantación en el fondo marino, se ha constatado un índice del 95 por ciento de supervivencia de las plantas, aunque las cuatro parcelas con plántulas presentan una mortalidad mayor. Por su parte, Eduardo Maynau, delegado de Red Eléctrica en Balears, ha apuntado que se trata de un proyecto "pionero" en el Mediterráneo, mientras que el conseller Vidal destacó el "marco normativo" aprobado por el Govern para proteger esta planta tan importante para el ecosistema marino.