Los pasos y cofradías de Semana Santa de los pueblos de la part forana dieron buena cuenta el Jueves Santo de la solemnidad y el aplomo de una de las procesiones más sentidas del calendario católico.

Las principales calles céntricas de los distintos núcleos se llenaron de ciudadanos para contemplar la noche en que el cristianismo recuerda la Última Cena, el preludio de la muerte de Jesucristo en la cruz y su posterior resurrección que tendrá lugar el domingo.

Penitentes, pasos decorados, bandas o centuriones desfilaron entre cientos de personas y un silencio sepulcral en Manacor, Son Servera, sa Pobla, Lloseta, Sant Joan, Porreres, Alaró, Binissalem y Son Ferrer, en Calvià

En Lloseta, seis cofradías tomaron parte en la procesión del Jueves Santo. Mucho público presenció el desfile que recorrió las diez calles más importantes de la localidad. La banda de música de Son Rapinya interpretó la marcha "La Verónica", dedicada a la cofradía más antigua de Lloseta. Cada año se incorpora una nueva composición siguiendo el orden de fundación de las cofradías.

Siguiendo el programa de Semana Santa, el miércoles antes de Pascua Binissalem vive uno de sus actos relativamente novedosos: la procesión del Silencio. Una procesión de la que este año se celebró su decimonovena edición, siendo instaurada en 2001. Después de una celebración litúrgica en la pequeña iglesia dels Agustins, con proyección de imágenes y pronunciación de plegarias, eran las 22.15 horas cuando la comitiva, encabezada por uno de sus miembros portando la Cruz y a la que se sumaron un centenar de feligreses, se dirigía hasta la iglesia parroquial, donde finalizaba la celebración.

El fuerte viento del Jueves Santo puso en serías dificultades la procesión en Son Ferrer. Sobre el paso de la Virgen tuvieron que subir dos voluntarios durante la procesión para asegurar las vestimentas y la capa de la imagen mariana. En algún momento incluso se llegó a pensar en suspenderla.

Por primera vez la Procesión del Cristo de la Sangre y Nuestra Señora de la Esperanza no se ha llevó a cabo por las calles de El Toro. Este año en la iglesia de El Toro tan solo se ofició la misa, luego la procesión se celebró a cabo por las calles de Son Ferrer. Además, por falta de costaleros durante todo el tiempo se llevarobn los pasos sobre ruedas.

Lejos van quedando aquellos momentos que la procesión atravesaba las calles de El Toro, se cantaban saetas, luego trasladaban los pasos sobre ruedas hasta Son Ferrer y se recorrían las calles de Son Ferrer, los costaleros portaban los pasos sobre sus hombros y en la zona de Son Ferrer se volvían a cantar saetas tanto al Cristo como a la Virgen.

Incluso los representes políticos se han visto reducidos en gran medida, apenas Manuel Ruiz, el alcalde Alfonso Rodríguez Badal y algunos concejales del equipo de gobierno.

Este viernes tendrá lugar la Procesión del Cristo Yacente y Nuestra Virgen Dolorosa, la llamada Procesión del Silencio en la cual también se llevará a cabo un recorrido por las calles de Son Ferrer.

Durante el recorrido el párroco Pep Toni Guardiola dará lectura de unos puntos de reflexión sobre la Pasión de Jesús, al final en la iglesia de San Junípero Serra se llevara a cabo el acto del santo entierro.