La cofradía del Sant Crist de Inca cumple 75 años de existencia. Fue fundada el año 1944 cuando un grupo de personas con inquietudes religiosas, entre las que se encontraban el médico José Erencia y el farmacéutico Joan Cabrer, consideraron la creación de una cofradía de penitentes. la intención del grupo fundacional era la de aumentar la devoción por la imagen del Sant Crist y dar más esplendor a las procesiones de Semana Santa.

Tras presentar la idea al obispo de Mallorca José Miralles y obtener su beneplácito, el día 18 de noviembre de 1944 se aprobaron los primeros estatutos y se nombró mayordomo mayor a José Erencia. Fue el primer consiliario mossèn Sebastià Garau.

Como una de las finalidades de la nueva cofradía era la de dar mayor importancia al Sant Crist, una de las primeras labores que afrontó fue la de construir un trono para la venerada imagen inquense.

Cabe destacar que a esta imagen, que actualmente se venera en una capilla lateral de la iglesia parroquial de Santa Maria la Mayor, se le atribuye el milagro de haber sudado sangre. Precisamente fue en el oratorio del antiguo hospital local donde se produjo el milagroso hecho del sudor en 1607. El Sant Crist se encontraba en un armario que el obispo Vich y Manrique había mandado hacer, el armario se encontraba justo en la entrada de la iglesia. Del hecho prodigioso se guarda una acta notarial de Pere Fiol, notario inquense, sus protocolos notariales alcanzan desde 1596 a 1633, año de su muerte. Era el jurado mayor de Inca en 1607 y figuraba detrás lo batle real Andreu Galí.

El trono que porta la imagen titular de la procesión de hoy en Inca fue finalizado por el escultor Miquel sacanell en 1945. Fue sufragado por suscripción popular y costó 30.000 pesetas (unos 180 euros actuales)

Un dato curioso de los primeros años en que salió en procesión es que se organizaban tres turnos de costaleros. Uno de ellos lo constituían voluntariamente soldados del cuartel General Luque.

El primer año ya acompañaron al Sant Crist 84 penitentes.

Los actos programados para la conmemoración finalizarán el mes de noviembre con una misa solemne presidida por el obispo.