Además de las tradicionales procesiones del Viernes Santo, en Semana Santa la part forana de Mallorca se nutre de reconocidas representaciones vivientes, que recrean tanto el Via Crucis y la agonía de Jesucristo como la bajada de su cuerpo de la cruz. Son los casos emblemáticos de Felanitx, Son Servera, Pollença o s'Alqueria Blanca, donde los años han moldeado espectáculos sacros de primer orden.

Un buen ejemplo es el Davallament felanitxer, que comenzará a las 21 horas en el escenario histórico de la escalinata y rellano de la parroquia de Sant Miquel, con la representación por parte de más de un centenar de actores locales, de los pasos de la Pasión, la crucifixión y muerte de Jesús; siguiendo los textos del padre Antoni Oliver i Monserrat.

Seguidamente se llevará a cabo la conocida como processó de l'Enterro, partiendo de la plaça de Santa Margalida, recorriendo el centro de la ciudad hasta la iglesia del Convent de Sant Agustí, organizado por la cofradía del mismo nombre.

El otro Davallament famoso por su ubicación especial es el de Son Servera, donde la Església Nova a medio hacer sirve de escenario perfecto para, combinando luces y ambientes, lograr un clima de tensión y dolor por la muerte de Jesucristo. Está previsto que a las 19,30 horas comience el oficio de la Pasión del Señor para que dos horas más tarde, a las 21,30 dé inicio el Davallament, tras el cual vendrá la procesión del Viernes Santo.

En Santanyí en 2008 empezó a representarse en s'Era de can Barres de s'Alqueria Blanca la versión del Via Crucis de Mossèn Costa i Llobera, dividida en catorce cuadros correspondientes a las catorce estaciones. Lo que hoy en día es todo un clásico.

A lo largo de estos años, el creador artístico de la obra, el curiablanquer Pere Terrasa, ha ido dando retoques a la misma, siempre bien recibidos por un público fiel. Así a partir de 2011, ya con una treintena de actores locales, se sustituyó la versión de Costa i Llobera por otra diferente del sacerdote local Jaume Serra Adrover. La asociación cultural s'Heura, juntamente con la Unitat Pastoral y el Ayuntamiento han seguido cuidando de la organización y patrocinio de la obra. La representación de este año, a partir de las 21 horas, seguirá acompañada por un grupo de músicos dirigidos por Agustí Pons y un coro local incorporado en 2017.

En la noche del Viernes Santo, tiene lugar en Pollença El Davallament en el Calvari. El origen de esta procesión se remonta al tiempo de los caballeros Templarios, en la Edad Media.

Por la noche, en medio de un gran silencio, es bajada la imagen del Cristo Yacente (siglo XIII) desde el oratorio del Calvari, situado en una colina que domina el pueblo, hasta la parroquia de Nostra Senyora dels Àngels. La procesión discurre por unas escalinatas flanqueadas por cipreses y con tantos escalones como días tiene el año. Cuenta la tradición que la imagen fue hallada por unos pescadores en Cala Sant Vicenç.

En 1860 el Puig del Calvari se vendió a un particular, Guillermo Cerdá, cuyos descendientes han sido siempre custodios del oratorio. Es sin duda alguna, una de las procesiones más emotivas, que transcurre entre antorchas, silenciosamente y de un modo solemne.