Hace algunos años, y con la idea de acabar con las pintadas indiscriminadas en determinados puntos de la ciudad de Inca, el consistorio decidió encargar murales a determinados artistas especializados en arte urbano. Así la escalinata que remata el desnivel de la calle Escorca con la Avenida de EscorcaLluc, los pasos soterrados para peatones de las vías del tren o el muro de un solar de la calle Pau se decoraron con estos murales.

El Ayuntamiento gastó sumas importantes. Por ejemplo el mural Transitando el túnel, de Vito Osorio, costó 3.500 euros en 2012; el mural El Túnel del tiempo de Manuel Bozada, situado muy próximo al anterior, supuso un desembolso de 3.000 euros.

El ayuntamiento de Inca ha proseguido esta legislatura con la idea de decorar determinados espacios con muestras de arte callejero y para ello ha invitado en diferentes ocasiones a grafiteros para que durante una jornada hicieran gala de sus expresiones artísticas. Sin embargo, ha dejado languidecer en el olvido los rincones que en su día intentaron ser embellecidos.

Fuentes del consistorio inquense sostienen que existe la intención de ir reparando los desperfectos y "en la medida de que la disponibilidad presupuestaria permita intervenir". Esta medida hubiera sido evitable si se hubiera llevado a cabo un mantenimiento periódico de los murales y se hubieran reparado las pequeñas agresiones cuando se producían. El caso del mural Transitando el túnel es una muestra evidente de la acumulación de pequeñas agresiones que han acabado por desvirtuar por completo el cometido de la expresión artística de Osorio.

El Túnel del tiempo fue una obra muy laboriosa, duró varios meses, que refleja, en relieve, diferentes imágenes del devenir cotidiano de los últimos 50 años en Inca. Este mural de Bozada está sufriendo diversas agresiones, desde pintadas a desconchones evidentes.

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