"Al estar intervenido a causa de las deudas de períodos anteriores, este Ayuntamiento no puede realizar inversiones directas", explicó el alcalde Joan Verger. "Se trata de un presupuesto de supervivencia y de realizar actividades con mucha imaginación", señaló la regidora de economía, Teresa Martínez. Estas palabras resumen el alcance del presupuesto de Montuïri para 2019, que fue aprobado el jueves. Contó con los votos favorables del equipo de gobierno (Més) y del concejal del PSOE y la abstención del PP.

Los 2.527.142 euros para este año son casi idénticos a los 2.509.020 de 2018. "Por cuarto año en esta legislatura los presupuestos se caracterizan por su austeridad y la ausencia de gastos que luego no podamos asumir", apuntó Martínez Marcús. "Mantener los servicios municipales, cancelar las deudas con las entidades públicas (TGSS, Hacienda y Mancomunitat) y con las bancarias, y mantenernos al corriente del pago de las obligaciones que nos correspondan relativas a la Seguridad Social y Hacienda".

Expresó, finalmente, que "las inversiones se realizarán únicamente mediante la subvención íntegra de otras instituciones, como Govern o Consell".

Suciedad callejera

El portavoz del PP, Joan Antoni Ramonell, se hizo eco de las quejas ciudadanas por la existencia de excrementos de perros en las calles de la población, en especial en la nueva calle de sa Mostra; pidió solución al problema de la procesionaria de los pinos de la avenida es Dau y manifestó que el Camí Vell de Son Fornés presenta un estado intransitable. Por su parte, Guillem Mas (PSOE) urgió a la necesidad de limpieza de un solar ubicado, también, en la avenida Es Dau.