Gustavo Peñalver inauguró ayer una exposición de esculturas en el paseo marítimo de Cala Rajada, en el que estuvo arropado por su conciudadanos, que quisieron rendirle un homenaje merecido en el año en que cumple 80 años. Una gran comitiva, encabezada por la orquesta Els que ningú vol y seguida por la asociación Som Gabellins, recorrió el paseo donde se encuentran las esculturas, desde la playa de Son Moll hasta el puerto, animando a viandantes y turistas.

Nuevos proyectos

La exposición comprende diez esculturas de diferentes formatos (hechas en poliéster y hierro) que ha ido preparando en los últimos años. Con ella el artista llega a los ochenta años con una madurez creativa y física envidiable, que hace que sea capaz de emprender nuevos proyectos de grandes dimensiones. Además de esta exposición, en breve inaugurará en su sala de exposiciones una retrospectiva que denomina Una vida desesperadamente feliz y que también albergará los "Gustavos de Regine", dibujos del autor que ha dedicado a lo largo de estos 80 años a su esposa. Mientras que en Can Pastilla, expondrá parte de su obra gráfica y que ha titulado Aprovechando los clavos, donde retirará los cuadros del emblemático Bar de Capdepera y en su lugar colocará obras suyas.

Al finalizar la exposición, el autor manifestaba que de vuelta a su casa y estudio, se ha puesto ha trabajar para realizar 80 pequeños demonios, uno por cada año de su vida, que también presentará próximamente en la sala de exposiciones.