"Aún quedan familias que quieren elaborar los robiols partiendo de materias primas naturales", manifiesta Antoni Cardona, vendedor de frutas del Dijous de Inca. Ayer tenía a la venta algunas calabazas de cabello de ángel. Es una de las calabazas más atípicas que existen y para poder disfrutar de su máximo sabor hay que esperar unos seis meses desde que son cosechadas. Se pueden consumir sus hojas tiernas, las flores y el fruto. Con ella se elabora una confitura que se utiliza como relleno de los tradicionales dulces de Pascua.
El 'delicatessen' de Maria Antònia Bauzà
Maria Antònia Bauzà es una payesa de Inca. Su puesto del Dijous ha ido evolucionando con los tiempos y de cada vez incorpora más productos elaborados de lo que ella cultiva en su finca del Camí de Can Boqueta: I+D, que se dice ahora.
