El alcalde se delata en su propia justificación. Si es verdad que Guillem Jordà considera que el convenio urbanístico del Clot d'en Maiol, firmado por su propio partido en 2005, no se sujeta a derecho y todavía medita encargar un informe jurídico para "actuar en consecuencia", significa que ha caído en grave irresponsabilidad. No ha estado a la altura de las exigencias del cargo que ocupa, tanto en el momento de asumir el convenio como en el de resolverlo. Eso, pasotismos aparte.
Hay demasiadas cosas en juego que impiden aceptar la dilación. El pacto alcanzado en su día por el Ayuntamiento con la familia Pastor Aloy afecta de lleno a la misma definición urbanística de Maria de la Salut, a sus servicios públicos esenciales y puede crear un lastre de endeudamiento municipal largo y próximo a la parálisis de gestión. Ante tan negras posibilidades se impone la reacción y la resolución práctica. El convenio fue aprobado por todos los partidos excepto el PSOE ausente. A ellos les corresponde agilizar el urbanismo y la economía municipal de Maria.
