La naranja de Sóller tuvo ayer su día. La plaza de la Constitución acogió por la mañana el grueso de actos con motivo de la decimotercera edición de la Fira de la Taronja en la que Sóller y Fornalutx rinden un tributo al cítrico por excelencia que se cultiva en el valle. La naranja autóctona de la variedad canoneta fue la protagonista.

Los actos comenzaron en la rotonda de la calle Cetre, donde se plantó un cítrico para sustituir el árbol que unos vándalos cortaron unos meses atrás. Las autoridades de los dos municipios así como los consellers Vicenç Vidal y Cosme Bonet se sumaron a la inauguración del nuevo monumento.

Ya en la plaza y tras unos breves discursos en los que se ensalzó la figura del agricultor Jaume Soler, el proclamado Pagès de l'Any, la feria se dio por iniciada con numerosos puestos que llenaron el centro de Sóller. Además de saborear la naranja y su típico zumo, en los puestos de venta se comercializa el fruto, platos elaborados con cítricos y postres con la naranja como protagonista. Alrededor de la feria también se llevaron a cabo talleres de cocina y coctelería.

El buen tiempo animó a muchos 'sollerics' a salir a la calle en una feria en la que, además, se pone en valor la variedad de naranja autóctona canoneta. La cooperativa agrícola promueve desde hace años la creación de una Indicación Geográfica Protegida con el fin de preservar la variedad y la venta de cítricos que se comercializan con la denominación de 'Naranja de Sóller'.

La feria dará pie hasta mediados de abril de unas jornadas gastronómicas en una veintena de establecimientos de Sóller y Fornalutx.