Las instalaciones que son propiedad de la multinacional americana PepsiCo, que a finales de enero del pasado año cesaron su actividad, han sido donadas al ayuntamiento de Marratxí para llevar a cabo iniciativas socioculturales. La empresa PepsiCo ha anunció este jueves la firma de la donación del espacio y el edificio en el cual se situaba su antigua planta de embotellamiento, en la calle Sant Llatzet de es Pont d'Inca, y que cesó su actividad comercial a principios del pasado año. cesó su actividad comercial a principios del pasado añoEl único requisito impuesto por la empresa PepsiCo es que estas instalaciones se destinen únicamente a iniciativas educativas, recreativas o socioculturales en beneficio de la comunidad de Marratxí.

La directora de Relaciones Institucionales de la citada compañía, Marta Puyuelo, manifestó que "han sido 55 años de actividad en la planta y nos hemos sentido un miembro más de la comunidad de Marratxí; estamos contentos y satisfechos de que las instalaciones puedan volver a abrir sus puertas para albergar iniciativas en beneficio de la comunidad".

Por su parte, el consistorio manifestó a la empresa su agradecimiento por la donación y añadió que estas instalaciones serán "una oportunidad única para mejorar los equipamientos socioculturales del municipio".

Igualmente considera que la ubicación de estas instalaciones, situadas en el núcleo más poblado de Marratxí, es "inmejorable" para dar una respuesta a las demandas de los vecinos sobre instalaciones socioculturales de Marratxí, una de las principales carencias del municipio.

La compañía ha elaborado y compartido con el Consistorio los informes medioambientales y técnicos previos a la donación, realizados por una entidad externa. Las negociaciones, que se han llevado en un máximo secretismo por parte de ambas partes, se iniciaron cuando el Consistorio tuvo conocimiento de que, a pesar de los esfuerzos que se habían llevado a cabo para evitar el cierre, este era ya totalmente inevitable.

Antes de iniciar sus actividades como propiedad de la multinacional americana, la empresa empezó su camino como Mallorquina de Bebidas Carbónicas en el año 1963 por el empresario vasco Luis Knörr Elorza, presidente de la fábricas Kas de Vitoria. Un accionista mallorquín, Jaume Trias Martin, construyó las instalaciones en unos terrenos de su propiedad. Ocupan una superficie de unos 5.200 metros cuadrados, con un valor de un millón de euros.

La planta, que elaboraba refrescos de las marcas Pepsi, PepsiMax, 7Up y Kas, operó entre 1963 y 2018 para suministrar al mercado balear. Cesó su actividad en 2018 debido a una confluencia de factores como los bajos niveles de uso de su capacidad y determinadas limitaciones técnicas y operativas por sus dimensiones, antigüedad y ubicación.

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