El ayuntamiento de Inca ejecuta en la actualidad los proyectos de sustitución de las antiguas tuberías que abastecen de agua potable a la ciudad desde los principales pozos suministradores de líquido, dos de ellos ubicados en el municipio vecino de Lloseta y otro en la finca de Son Fiol. La inversión casi alcanza los 1,5 millones de euros, de los cuales 1,2 se destinan a las obras de Son Fiol y unos 200.000 euros a las que se desarrollan en Lloseta.
Las obras de Lloseta fueron visitadas ayer por el regidor de Servicios, Àngel Garcia, y el ingeniero municipal Jaume Ferrari, que comprobaron el proceso de sustitución de las antiguas tuberías de uralita por otras de polietileno de alta densidad que conducen el agua desde la zona de Es Tancats hasta los pozos de Lloseta, ambos puntos ubicados en el municipio vecino, que suministran parte del agua potable que consumen los inquers.
Este proyecto se lleva a cabo a partir de un proyecto a tres bandas entre los ayuntamientos de Inca y Lloseta y el Govern y permitirá modificar el trazado de la canalización para que no invada ninguna finca particular y transcurra en su totalidad por el camino municipal de Son Tugores (Lloseta).
Uno de los principales objetivos de la actuación es el de reducir las pérdidas que se producían en las antiguas tuberías, con una antigüedad de unos 30 años. "Una vez finalizada la canalización, a los pozos de Lloseta llegará entre un 5 y un 10 por ciento más de agua", asegura el regidor Garcia. Se calcula que las obras finalizarán en el plazo aproximado de dos semanas.
De forma simultánea, se lleva a cabo un proyecto similar en la finca de Son Fiol donde se ubican los pozos que suministran agua. En esta zona se instalan tuberías de más diámetro (300 mm). El proyecto es más ambicioso porque implicará la perforación de un túnel por debajo de la autopista Palma-sa Pobla para que pasen las canalizaciones. Actualmente, los trabajos están ejecutados en un sesenta por ciento, a la espera de la llegada en un mes de la máquina perforadora que ejecutará el paso por debajo de la vía rápida.
Con estos proyectos, además de otras actuaciones que se llevan a cabo en el casco urbano de la ciudad, como la digitalización de los contadores de la barriada de Crist Rei, el ayuntamiento de Inca pretende que el servicio de suministro de agua potable, gestionado por el propio Ayuntamiento, gane en eficiencia y comodidad para los ciudadanos, según apunta Àngel Garcia, consciente de que todavía queda mucho trabajo por hacer, ya que se calcula que el Plan de Gestión del Agua aprobado en 2017 solo se ha ejecutado en un diez por ciento.
Un 30 por ciento del agua potable desaparece en la red
El teniente de alcalde Àngel Garcia asegura que en la actualidad las pérdidas de agua en la canalización municipal están entre el 30 y el 35 por ciento, porcentaje que el Ayuntamiento quiere reducir a toda costa mediante el proceso de sustitución de las tuberías más antiguas por otras más eficientes.
Otro proyecto que está previsto es la construcción de un gran depósito regulador que garantice un caudal sufiente para mantener el suministro a los domicilios en caso de avería general en la red. El Ayuntamiento está buscando los terrenos necesarios para ubicar esta infraestructura.
