La medusa velero, la especie que ha invadido la playa del Port de Sóller, también llamada Velella velella, es una de las pocas especies que viven sobre la superficie marítima, a diferencia del resto de medusas que suelen poblar al menos profundidades mayores. Tiene cierta similitud en su morfología con la Carabela Portuguesa, aunque posee un tamaño mucho menor y su veneno es inofensivo para los humanos.

Según el portal especializado medusas.wiki, esta especie se podría considerar como una pequeña colonia de cnidarios, ya que no se trata de un ente sino de varios hidroides que se han formado para dar vida a una medusa, realizando cada uno de ellos una función específica de este animal.

Físicamente podemos pensar que se trata de una Carabela Portuguesa, pero sin embargo hay diferencias muy grandes, como por ejemplo su tamaño, siendo la medusa velero mucho más pequeña, ya que sus medidas pueden ser de unos 7 centímetros de largo. La campana que se encuentra sobre la superficie no tiene la cualidad de hincharse tanto, sino que prefiere endurecerse para dar un aspecto de vela, denominándose de esta manera debido a este atributo.

El mismo portal, detalla que la medusa velero utiliza las células urticantes que posee en sus tentáculos para dar caza a sus presas, convirtiéndolo en un carnívoro. Estos tentáculos son bastante pequeños, aunque más largos que su propia altura. A diferencia de otras medusas, su tamaño la imposibilita devorar peces pequeños, por lo que su mayor presa suelen ser camarones y su plato principal el plancton.

Es habitual que las grandes colonias de este tipo de medusas lleguen con convulsiones de los cambios de estación, en los equinoccios. Ibiza las ha visto llegar a sus costas en más de una ocasión, la última de ellas en mayo de 2010 en la costa de Sant Antoni. El año pasado la invasión se produjo en las playas de Barcelona, a finales de abril.

Se trata de una especie frecuente en el Mediterráneo, especialmente hacia finales de invierno y durante la primavera, momento en que forma grandes enjambres que pueden alcanzar la costa gracias al empuje del viento.