Bruixes Feministes, el grupo artanenc que lleva tiempo organizado actos para el Día de la Mujer, pensaron que uno de ellos podría ser este año una exposición fotográfica de vulvas. Así que se pusieron manos a la obra para crear Cotorrealitat.

Con ella pretenden romper tabúes en torno a esta parte del cuerpo femenino y también darle visibilidad. "Es necesario aceptar nuestras vulvas tal y como son, dentro de la diversidad de formas y medidas, en contra del ideal de la belleza que genera inseguridad y frustración... la realidad es que tenemos unas vulvas perfectamente normales con belleza y personalidad propias."

Así reza parte del cartel que inicia la exposición que se puede contemplar en Na Batlessa, de lunes a sábado de 18.30 a 20 horas hasta el día 29 de marzo, y donde están expuestas 16 fotografías, en las que las propias organizadoras han participado como modelos, posando para la fotógrafa Cassandra Jiménez Serrano.

"Tampoco teníamos que ser hipócritas, y hacer una exposición con vulvas extrañas; además me lo he pasado muy bien", comenta una de las modelos organizadoras. Pero la reacción de la gente ante esta exposición ha sido muy variada: mujeres que al entrar se han llevado las manos a la cabeza, otras que han salido con la cara sonrojada, o las que han tenido que salir sin terminar de verla completa al sufrir un sofocón. Incluso madres que han prohibido verla a sus hijos al considerarlas de contenido pornográfico.

Las organizadoras de la exposición. B. CAPÓ

Las organizadoras señalan que hay casos de mujeres mayores que han llegado muy reacias a la exposición. Miran con cautela y estupor las primeras fotos, pero que al final se van contentas, cuchicheando, como si hubieran descubierto algo nuevo.

La exposición ha tenido algunas anécdotas, empezando por la sesión de fotos, donde inicialmente las organizadoras olvidaron especificar a la fotógrafa cuál era la temática, a lo que ella pregunto "¿A ver, esto solo va de vulvas?", "pues sí, se nos había olvidado decírtelo". O tener que explicar a una octogenaria que la exposición trata de vulvas puede resultar algo complicado, nos dicen. Pero más, al responderle la anciana con la pregunta "¿Y eso qué es?". Otra anécdota la protagonizaron un grupo de jóvenes que, mientras se les explicaba de qué iba la exposición, una dice: "Creo que para ver esto tenemos que pedir permiso a mamá".

Las organizadoras reconocen que se han conseguido objetivos, que se han sentido a gusto todas, modelos y fotógrafa y además les ha permitido interactuar con las mujeres del pueblo. "No tiene nada de pornográfico, es muy natural, es lo primero que ve una persona cuando nace, es por donde sale".