A principio de legislatura Lloret adeudaba a la Mancomunidad del Pla unos 120.000 euros por un déficit que arrastraba en la tasa de recogida y eliminación de residuos. El alcalde, Antoni Bennàssar, calcula que el próximo año la deuda se podrá haber saldado por completo merced a los buenos resultados de reciclaje de los vecinos.

El año pasado se llegó a reciclar el 51 por ciento de los residuos que produjo el pueblo. Bennàssar explica que "esto ha supuesto un reducción de lo que tenemos que pagar por transporte y eliminación a Son Reus, pero a la vez también supone que las arcas municipales ingresan por la venta de materiales reciclables como por ejemplo el cartón y el cristal". Esta mejora supuso el cierre del ejercicio pasado con un beneficio de 6.000 euros en cuanto al presupuesto de la recogida de basuras. Este superávit se destina a saldar la deuda con la mancomunidad.

El alcalde asegura que "el principal foco del problema radicaba en la falta de vigilancia del Punto Verde municipal. Estaba abierto siempre y las malas prácticas de muchos usuarios desequilibraban el presupuesto. Pusimos vigilancia y un horario y todo ha mejorado mucho".

El alcalde sostiene que si se sigue creciendo en reciclaje al ritmo actual, se calcula que en 2021 se podrá reducir la tasa de basura.