El ayuntamiento de Inca está resuelto a no conceder más prórrogas a los payeses que venden sus frutas y verduras en el mercado de la ciudad. Recientemente convocó a los 20 titulares de otros tantos puestos del apartado payés del mercadillo del Dijous. En dicha reunión se les comunicó que a partir del primero de abril aplicaría la normativa municipal a rajatabla.

Los payeses y revendedores han gozado de varios meses de prórroga para adaptarse a las nuevas ordenanzas del mercado. Estas introdujeron importantes cambios como que no se permite la venta de alimentación en canastos colocados sobre el suelo o que no se pueden almacenar canastos con fruta y verdura bajo las mesas de venta. Indican que los productos a la venta deben situarse a una altura no inferior a 20 centímetros del suelo.

Otra de las modificaciones importantes, ya mencionada, es la imposibilidad de exponer mercancía sin estar cubierta; es decir, sin contar con una carpa o parada. Mariché Fernández, concejal de Mercados, explica que "esta medida tiene dos objetivos: uno es estético y otro es sanitario. Queremos que se ofrezca una imagen atractiva del mercado, y también queremos que la alimentación esté preservada de un sol excesivo o de defecaciones de aves, por ejemplo".

El Ayuntamiento se ha comprometido con los payeses a aportar una visera para cada parada, pagada por el consistorio, en la que se incluirá la leyenda "alimentación" además del logo del mercado municipal y el escudo municipal de la ciudad.

Por otra parte, acordó una inversión de 10.000 euros en promoción del mercado del Dijous. Este dinero se invertirá, por acuerdo de la comisión de Mercados, en la que están integrados representantes de los vendedores y asociaciones de comerciantes, en la compra de bolsas reciclables con el logo del mercado. Se repartirán entre los puestos.

También se confeccionarán 1.000 pegatinas para que se puedan colocar en vehículos.