El Ayuntamiento de Santa Margalida tiene un grave problema con la red de suministro de agua potable en la Vila. Las conducciones están obsoletas y pierden un 70% de líquido, según reconoce el alcalde, Joan Monjo.

Esta situación ha obligado al consistorio a afrontar obras de renovación de la red durante toda la legislatura. Monjo explica que se han invertido 250.000 euros anuales por lo que en los últimos tres años la cifra ronda los 750.000 euros.

Actualmente se llevan a cabo obras en diferentes puntos. Junto con la renovación de las conducciones se está procediendo a sectorizar el suministro.

Joan Monjo indica que "la sectorización supone que se instalen válvulas para permitir efectuar cortes selectivos de suministro en caso de necesidad por avería u otra cuestión". El alcalde agrega que "en la actualidad existe una sectorización muy precaria; además las válvulas son viejas y en muchos caos no funcionan".

Precisamente esta circunstancia a provocado las quejas de Suma (coalición en la oposición que aglutina a PSOE y a Independents per Can Picafort, Santa Margalida i Son Serra). Suma reconoce: "Sabemos que las roturas puntuales no se pueden prever, pero sí que se pueden prever los cortes que se efectuarán por las obras de sustitución de las cañerías". En este sentido la coalición agrega que "a lo largo de la legislatura se han ido realizando estas obras y cortes, sin casi informar con tiempo a los ciudadanos. Continuamente muchos se han encontrado sin agua y sin saber cuando volverían a tener."

Esta situación se ha visto agravada estas últimas semanas. Así el pasado día 12 Suma protesto porque el Ayuntamiento anunciara por Facebook que a las 20 horas habría cortes de agua en la parte alta del pueblo durante cuatro días. Los responsables de Suma consideran que "no es un canal adecuado para llegar a la mayoría del pueblo. Mucha gente mayor, y no tan mayor, no usa redes sociales".

Agregan además que el pasado lunes se produjo un corte de agua en una gran parte del pueblo, desde las nueve de la mañana hasta la tarde sin que se hubiera efectuado ningún tipo de aviso previo.

Monjo explica al respecto: "El problema con que nos encontramos radica en la precaria sectorización del sistema. Es decir, como nos encontramos con válvulas que no funcionan, cuando efectuamos un corte por obras a veces afecta a muchas más calles de las que suponíamos. Es imposible predecir a quienes afectará. Por eso estamos aprovechando ahora para sectorizarlo de forma eficiente".

Por otra parte, el alcalde recuerda que las viviendas deben tener aljibes con capacidad para tres días, "y los cortes que efectuamos duran como máximo seis horas", apostilla.