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Tugores desvela el ambicioso proyecto de ciudad que el alcalde 'Garanya' quiso para Manacor

El golpe de Estado de 1936 frenó una oportunidad única para modernizar el municipio

El democrático ejercicio de Memoria Histórica suma una nueva obra que contribuirá en gran medida a la verdad, justicia y reparación. El investigador y periodista Antoni Tugores (nacido en 1948) presentará el próximo viernes, a las 20 horas, en la Institució Pública Antoni M. Alcover, su nuevo libro titulado La Segona República a Manacor (1931-1936). El cop d'Estat estronca el més gran projecte de ciutat (Lleonard Muntaner Editor).

Entrevistado por Diario de Mallorca, el autor explica que su trabajo "es un seguimiento del día a día desde que entra la Segunda República hasta el golpe de Estado, he investigado las actas municipales, las revistas locales, los editoriales, los anuncios, las necrológicas, etc.".

¿El objetivo? "Satisfacer mi curiosidad, se trata de un periodo muy oscuro, cargado de tópicos y falsedades, se dice que había sido un caos, un desastre, pero cuando te acercas a la realidad no sólo no es un caos sino que en realidad se acaba el caos".

Llama la atención "el gran proyecto de ciudad" que pretendió llevar a cabo el alcalde republicano Antoni Amer, Garanya. Tugores calcula que si se reconvierte a euros el presupuesto de tan ambiciosa iniciativa serían nada más y nada menos que unos 264 millones de euros. Todo ello con un préstamo a pagar en 50 años.

Entre las múltiples acciones: municipalizar la electricidad; un nuevo escorxador (matadero); colectores de alcantarillado; entierros dignos para la gente pobre; reforma de la plaza de las Verduras; dos nuevos edificios para unidades escolares y con las pertinentes casas para los maestros; urbanización de calles y plazas; mejoras importantes en el cementerio; comprar dos grandes fincas agrícolas, parcelarlas y cederlas a los desempleados, etc. En definitiva, una extraordinara modernización del municipio.

Problemas actuales

Este gran proyecto de ciudad que se quiso impulsar durante la Segunda República no prosperó y resulta que, en estos momentos, segunda década del siglo XXI, el municipio de Manacor padece toda una serie de déficits relacionados: la imagen urbana de Manacor es aún de lo más criticada; no hay Plan General urbanístico; urbanizaciones como Cales de Mallorca sin recepcionar; no hay agua potable; el Escorxador con graves problemas; falta una nueva escuela en Porto Cristo; el mercado de la plaza de las Verdures está de capa caída...

Tugores, que ha publicado varios libros sobre el estudio de la guerra civil y el franquismo, así como sobre la cocina tradicional, demuestra cómo en la Segunda República se promovió "un cambio radical en todos los sentidos: educativo, asistencial, social y contributivo, con un cambio de criterio fiscal que elimina la mayoría de arbitrios de artículos de primera necesidad y crea impuestos directos sobre grandes fortunas y patrimonios, creándose grandes enemigos". En seis años se abrieron y pusieron en funcionamiento unas diez escuelas.

Detalles y anécdotas

Tugores reconoce que ha descubierto un sinfín de cosas y remarca que "no es un libro puramente de política ya que hay muchas curiosidades y anécdotas".

Hay referencias al crack económico mundial de 1929; la torrentada de 1932 y la ola de solidaridad de toda Mallorca; la oposición que hubo a avanzar hacia el laicismo; las discrepancias por el divorcio; el machismo reinante; el clientelismo y caciquismo; el paso del Graf Zeppelin en 1931; la nevada de 1933; la apertura de la pastelería Can Roca, la peluquería Ca na Roseta y la barbería Can Noi; los colores blaugrana de la equipación futbolera del Sporting Manacor; el debut de Sebastià Pocoví siendo infantil y que ya marcó diferencias; el ciclismo; las carreras de caballos; el frontón; los bailes; los problemas del Banc de Crèdit Balear y del Banc d'en Ribotet; el progreso industrial y el aumento de mujeres trabajadoras; la "brutal actividad teatral y musical", destacando nombres como Antoni M. Servera, Sebastià Rubí, Andreu Parera, Bartomeu Gaià, Gabriel Fuster, Jaume Vadell, Antoni Truyols y la Agrupació Artística; el gran peso de Porto Cristo, el dragado y la llegada de miles de turistas, la línea marítima Barcelona-Porto Cristo, el campo de aviación de ses Comes de sa Carrotja; los consensos alcanzados con la oposición, etc.

En el índice alfabético se suman unas 500 personas protagonistas, con apenas unas 40 mujeres. Entre éstas, Margalida Alcover (Falange) y Aurora Picornell y Rosa Colom (Front Popular).

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