En la mañana de ayer jueves, la zona céntrica de Binissalem amaneció con un suceso desagradable. Unas veinte carpas de las aproximadamente cincuenta que hay montadas para la feria de este fin de semana aparecieron destrozadas y tiradas por el suelo.

Según explica el alcalde, Víctor Martí, aunque no hay sospechas de nadie en concreto, todo apunta a que detrás del suceso hay una intención premeditada. "No se trata de una gamberrada cualquiera", dice Martí. "Ni tampoco ha sido causa del viento de la noche anterior, como intentan justificar algunas voces", añade el regidor. En definitiva, un hecho que supondrá un coste añadido, entre reparaciones y adquisición de nuevas carpas, de unos 2.000 euros.

Como se sabe, este fin de semana del 8 y 9 de marzo Binissalem celebra una nueva feria que, según explica el alcalde, viene a sustituir la anterior de Stocks y Tapas que llevaba a cabo la asociación de empresarios del pueblo. Martí dice que después de haberse celebrado varias reuniones con empresarios y comerciantes del municipio, estos le pidieron que el Ayuntamiento recuperara una de las dos ferias de Stocks y Tapas que antes se organizaban en marzo y noviembre.

De hecho, parece que la de marzo era la más interesante para sus negocios, y de ahí que se haya optado por estas fechas. Cabe señalar que el evento será bastante completo por lo que a actividades se refiere y contará con la participación de más de sesenta estands.