En una sola noche desvalijó cuatro casas y lo intentó en una quinta vivienda en Cala Figuera, en Santanyí. El activo ladrón iba acompañado por un compinche. Ambos accedían a los domicilios haciendo palanca en los ventanales de las terrazas. Una vez dentro, se apoderaban de todos los efectos de valor que encontraban. Este martes, el caco aceptó una pena de dos años de prisión en un juzgado de Palma por un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada.

El sospechoso, de 36 años y que está encarcelado, admitió los cargos. Su compinche ya fue condenado con anterioridad. El magistrado le impuso dos años de prisión y una indemnización de 2.150 euros, que ya ha pagado casi en su totalidad.

El juez apreció las circunstancias atenuantes de reparación parcial del daño, ya que ha abonado 2.000 euros, y la de dilaciones indebidas porque los hechos se remontan a 2012.

El ladrón no cumplirá la pena de cárcel porque se le ha suspendido la condena por un periodo de cinco años en el que no podrá volver a delinquir y con la condición de que pague los 150 euros que le quedan de la compensación.

El acusado, junto a otro delincuente, actuaron la noche del 10 al 11 de febrero de 2012 cuando se introdujeron en una zona residencial llamada Cap Blau, en Cala Figuera, en Santanyí.

Los dos cacos lograron abrir los ventanales de las terrazas de cuatro viviendas haciendo palanca. Así, consiguieron llevarse aparatos electrónicos, enseres personales, tres televisores, un home cinema y otros efectos.

También intentaron acceder a un quinto domicilio pero no pudieron ya que no consiguieron abrir la puerta, si bien causaron desperfectos por los que el perjudicado no reclama.

Parte de los artículos robados pudieron ser recuperados, según se desprende del escrito de acusación de la fiscalía, que inicialmente pedía para los ladrones sendas penas de cinco años de cárcel.