La Guardia Civil de Tráfico está llevando a cabo importantes actuaciones de control en las carreteras de la Serra de Tramuntana con el objetivo de poner en vereda las concentraciones moteras denunciadas por ayuntamientos y vecinos afectados.
Durante los dos últimos fines de semana, dotaciones de la Guardia Civil de Tráfico han realizado controles en distintos tramos de la carretera Ma-10 (la que atraviesa la Serra de Tramuntana desde Andratx hasta AndratxPollença) con el fin de llevar a cabo mediciones de ruidos y velocidad y de documentación de los vehículos que reciben el alto.
Estos controles se llevan a cabo después de que entidades vecinales y sociales, entre ellas Tramuntana XXI, pusieran de manifiesto la problemática del ruido que generan las concentraciones moteras que suelen tener como escenario las carreteras de la Serra de Tramuntana durante los fines de semana. Los problemas de ruido denunciados y las demandas de los municipios han propiciado que la demarcación de Tráfico haya habilitado un dispositivo de control en las horas de afluencia de motoristas en la Serra.
Controles de ruido
Por primera vez los controles que realizan las patrullas de la Benemérita no solo sirven para multar los excesos de velocidad, ya que en estas dos últimas semanas se han realizado sonometrías a los vehículos interceptados con el fin de perseguir los excesos de ruido de las motocicletas.
La realización de estas mediciones va en consonancia con las peticiones que han sido remitidas a la delegación del Gobierno en las Islas y a la dirección provincial de Tráfico.
En ayuntamientos como el de Sóller han expresado su satisfacción por las medidas puestas en práctica por la Guardia Civil y confían que se mantengan a lo largo del tiempo.
En Sóller el problema de las concentraciones moteras y las carreras ilegales suscita muchas quejas de vecinos de fincas colindantes con la carretera Ma-10 y con usuarios de esta carretera. En esta vía se producen accidentes de tráfico protagonizados por motoristas que en alguna ocasión han acabado con resultado de muerte.
Ni la Delegación del Gobierno ni el Instituto Armado han querido precisar el número de moteros que han sido objeto de controles de ruidos en los dispositivos de control habilitados en la Serra.
Los controles de la Guardia Civil se producen poco después de la reunión celebrada a principios de febrero entre la delegación del gobierno y representantes de la asociación Tramuntana XXI para tratar la problemática de las carreras ilegales de motos en las carreteras de la Serra.
Entonces, la delegada Rosario Sánchez se comprometió a implementar medidas para hacer frente a las concentraciones moteras, entre las que figuraba la realización de controles de ruidos a las motos para atajar el problema de la contaminación acústica.
En aquella reunión estuvieron presentes también el alcalde de Bunyola representante de la plataforma M-10, integrada por vecinos afectados por las malas prácticas viarias de las concentraciones masivas de motocicletas que, desde hace años, se producen en la carretera que atraviesa la cordillera mallorquina. Todos ellos trasladaron a la delegada del gobierno la preocupación sobre los impactos de este fenómeno en la vida de los residentes y en la experiencia de los visitantes al paraje natural y paisaje cultural protegido por la Unesco.
