La zona rústica del municipio de Selva podría albergar en un futuro próximo un parque fotovoltaico de grandes dimensiones, integrado por más de 12.600 paneles solares y 48 convertidores capaces de generar un total de 5.452 megavatios-hora (MWh) al año.
El proyecto de construcción del parque fotovoltaico de s'Hort d'en Coll, que está actualmente en fase de exposición pública para que los interesados puedan presentar alegaciones, provoca recelo en el municipio tanto por parte del Ayuntamiento, gobernado por una coalición de centro-izquierda, como de la población, principalmente de los vecinos residentes en el entorno de la parcela donde se proyecta la infraestructura. A pesar de que el objetivo del proyecto es la producción de energías renovables, preocupa el posible impacto visual que el parque fotovoltaico podría generar en un entorno próximo a uno de los principales accesos por carretera a la Serra de Tramuntana.
La infraestructura, promovida por la sociedad Good Wind Entertainment S. L., con sede en Palma, ha sido proyectado en un terreno ubicado entre las localidades de Selva e Inca. La parcela donde se pretende desarrollar el proyecto tiene una extensión de 80.137 metros cuadrados, aunque el futuro parque fotovoltaico solo ocuparía unos 35.341 metros cuadrados, un 44% de la superficie total de la finca.
Según se explica en el documento de impacto ambiental presentado a la administración por los promotores, estos han firmado un contrato de arrendamiento con la propietaria de la parcela "sujeto a la implantación del parque fotovoltaico". Además, también disponen de un acuerdo con otros dos propietarios para la adecuación del punto de conexión en la parcela afectada.
El proyecto presentado a las instituciones incluye una serie de alternativas de ubicación "igualmente válidas desde el punto de vista energético", aunque precisa que "las negociaciones económicas con los propietarios de las fincas o la protección ambiental de las mismas suelen ser los factores condicionantes a la hora de determinar finalmente el emplazamiento definitivo". También se plantean diferentes alternativas sobre el sistema de anclaje de los paneles solares para minimizar el impacto, que los promotores creen que no alcanzará el nivel de "crítico", por lo que la actividad "es viable desde el punto de vista medioambiental".
El Ayuntamiento recela
En este sentido, el alcalde de Selva, Antoni Daniel Frontera (Arrelam), explica que el consistorio "ha empezado a estudiar el proyecto" y que todavía no se ha definido sobre su conveniencia. Ha encargado un informe al arquitecto municipal para analizar los condicionantes de un proyecto que, en principio, no es del agrado de la institución.
"La ley de Cambio Climático marca que este tipo de proyectos deben ubicarse en zonas de desarrollo prioritario, y la parcela elegida no cuenta con esta delimitación", afirma Frontera. "Mientras no se realice este trámite, el Ayuntamiento no puede dar el visto bueno al proyecto", añade, aunque el informe municipal "es preceptivo, pero no vinculante", por lo que los promotores podrían obtener la licencia por la vía de la declaración del proyecto como de utilidad pública.
El alcalde de Selva avisa que, con los datos de los que dispone, "hoy emitiría un informe desfavorable a la construcción del parque". Según Frontera, "es impactante visualmente y está ubicado en el entorno de la ruta Artà-Lluc, además de perderse una superficie de producción agraria". También añade que "un grupo de vecinos se están movilizando para presentar alegaciones".
