El grupo medioambiental GOB pidió ayer el Govern que no fumigue "masivamente" contra las orugas peludas y señala que, en las localidades donde sea imprescindible, debería limitarse básicamente a la captura con trampas sexuales.

La entidad explica que la intervención, siempre y cuando sea "bastante necesaria", debería limitarse a la captura de machos con trampas de feromona para disminuir la capacidad reproductora de la población. También critican que la fumigación aérea, tramitada el año pasado por el ejecutivo, es "injustificable, inconveniente e inaceptable" porque está prohibida en la Unión Europea y solo se pueden autorizar "cuando no hay alternativas viables".

Además, apuntan que este tipo de fumigación podría afectar a todas las mariposas de cualquier especie que se encuentren en el bosque en fase de crecimiento, por lo que su impacto "no sería nada selectivo, con consecuencias indeseables para la fauna".