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Los 110 años de la revista 'Sa Marjal'

En enero de 1919 apareció el primer número de la publicación, fundada y dirigida por el recordado 'Vicari Parera' en sa Pobla

Los 110 años de la revista 'Sa Marjal'

El pasado primero de enero se cumplieron 110 años de la aparición del número uno de la primera revista local de sa Pobla y una de las pioneras de la Part Forana mallorquina, Sa Marjal. Apenas 19 años después, el 20 de enero de 1918, fallecía su fundador y director, el recordado mossèn Joan Parera Sansó, es Vicari Parera, y con su muerte desaparecía su publicación. Por iniciativa del ayuntamiento de sa Pobla, la colección completa de la revista fue reeditada en edición facsímil en agosto de 1990.

La revista se imprimió en la imprenta palmesana de Sebastián Pizá desde 1909 a 1923 y ya en imprenta propia, la 'Tipografía Católica de sa Pobla', instalada en el número 41 de la calle Traginers de la localidad, desde 1924 a 1928.

El propio Parera ejercía las funciones de director, redactor y corrector de pruebas en las imprentas. Los precios de suscripción eran más bien modestos: 1,50 pesetas anuales para los suscriptores residentes en la localidad y 2 pesetas para los de fuera. En el año 1918, el precio de cada ejemplar experimentó un ligero aumento.

De lo que hoy se llamaría línea editorial de la publicación, los estudiosos de la obra coinciden en tacharla de parcial, integrista y aleccionadora, principalmente en su sección Crònica, donde el vicario vierte, "con ironía picante y mordaz y a menudo con poca objetividad, su punto de vista o juicio sobre los hechos que relata y las personas que los protagonizan", dice un comentario.

En los comentarios y latiguillos que adornaban sus crónicas, se adivina claramente que Parera no admitía nada que significara novedad o progreso. Escribió con sarcasmo contra el cambio de hora decretado por el gobierno, contra el cine, contra los bailes o contra la introducción de los coches fúnebres. Criticaba severamente la práctica del deporte de competición de su época, que se limitaba al ciclismo y el pedestrismo, convencido de que el esfuerzo vertido en aquellas prácticas era perjudicial para la salud de los deportistas y, además, menospreciaba a sus muchos seguidores que cruzaban apuestas a favor de uno o de otro participante en los retos que se lanzaban.

Reflejo de la realidad del pueblo

Pero a pesar de todo, sus crónicas "son el reflejo de la realidad de un pueblo que salía, como tantos otros, de la ignorancia y entraba, decididamente, en la corriente del progreso industrial y de los grandes cambios sociológicos", coinciden a señalar mossèn Torres Gost y Alexandre Ballester, respectivamente, en diversas publicaciones referentes a Sa Marjal.

Además de los artículos y crónicas que firmaba el vicario Parera con las siglas JP o PS, se publicaban otras colaboraciones, como las de Joan Franch, Miquel Bonnín, Juan M. Sureda Marqués de Vivot o Sebastià Torres, además de poemas de reconocidos glosadors como Sebastià Simonet Tauler , Pau Comes Tonió o Sebastià Cladera Pipes.

Después de su muerte, el nombre y la obra de mossèn Joan Parera Sansó permanecieron en un prolongado silencio, tal vez impuesto desde un autoritario y egocéntrico sector capitaneado por el rector Antonio Palou, que nunca respaldó la labor de su vicario. Las escasas colecciones originales completas de Sa Marjal que estaban en manos de unos pocos se conservaban como preciado tesoro bibliográfico y durante más de medio siglo, la obra de Parera fue abundante manantial de información solo para algunos pocos privilegiados investigadores que tenían acceso a ella.

El contenido del último número de la revista, además de una detallada crónica de los hechos acaecidos en la localidad durante el mes de noviembre de 1927, publicaba un extenso artículo sobre 'Bandolerismo', contando las maléficas hazañas del popular Perregó. Tampoco faltaban las notas necrológicas.

Pocos meses después de la muerte de Parera, se editó un número extraordinario dedicado por la familia y sus amigos y admiradores "a la piadosa y dulce memoria del que fue fundador y director de tan benemérita Revista." Firmas ilustres como la de su amigo y paisano Antoni Maria Alcover, Cosme Bauçà o Josefina de S. Santaella loaron la vida y obra del vicario.

La revista Sa Marjal, desde su reedición, es actualmente una inagotable fuente de consulta para los estudiosos o curiosos del transcurrir histórico de aquellas dos décadas que marcaron el desarrollo agrícola, industrial, económico, social, político y religioso de una sa Pobla que, con su esfuerzo común, supo aprovechar los enormes beneficios que supuso la desecación de s'Albufera, titánica obra dirigida por los ingleses Bateman y Waring entre l863 y 1896.

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