La asamblea de trabajadores de la fábrica de cemento de Lloseta ratificó ayer el preacuerdo alcanzado entre la multinacional Cemex y los sindicatos UGT y CCOO sobre el Expediente de Regulación de Empleo (EFE) que afecta a las plantillas de Lloseta y Gádor (Almería).

El texto fue aprobado por una amplia mayoría, 56 votos a favor y 14 en contra, por lo que el preacuerdo, sumado al voto favorable del resto de centros de trabajo de Cemex que se reunían ayer de forma simultánea en todo el país, pasa ahora a ser un acuerdo formal que empezará a aplicarse en las próximas semanas.

Tal y como informó ayer este diario, los términos del acuerdo contemplan, entre otros aspectos, una indemnización por despido de 33 días por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades, además de una compensación lineal a cada trabajador afectado de 900 euros por año, con un mínimo de 3.000 euros y un máximo de 13.500.

En cuanto a las recolocaciones, Roberto Serrano, coordinador estatal del sector de la Construcción de UGT y trabajador de la fábrica de Lloseta, explicó ayer que la multinacional ofrece 177 puestos distribuidos en distintos centros de trabajo de Cemex en todo el Estado español.

De estos puestos, solo 16 corresponden a Mallorca, de los que seis están ubicados en la fábrica de Lloseta, que ha dejado de producir cemento y se transformará en una central de almacenaje y distribución de material. Los otros diez puestos de trabajo radicados en la isla se distribuyen en otras instalaciones de Cemex como las canteras o los silos portuarios.

Teniendo en cuenta que los trabajadores afectados por el ERE en la fábrica de Lloseta son un total de 88 y solo se ofrecen 16 recolocaciones en Mallorca, un total de 72 empleados deberán optar por trasladarse a otros centros de trabajo de Cemex en diferentes puntos de la geografía española o bien aceptar las indemnizaciones por despido acordadas entre la multinacional y los sindicatos.

Además, cabe tener en cuenta los proyectos que se anunciaron hace unas semanas para reindustrializar la comarca del Raiguer, cuya instalación estrella es una planta de producción de hidrógeno. Por ahora, no ha trascendido el número exacto de puestos de trabajo que generarían estos proyectos ni la fecha en la que se pondrán en marcha.

Serrano explicó que los trabajadores "tienen unos días para pensar" lo que les conviene, si optar a uno de los puestos que se ofrecen en Mallorca o la península o bien quedarse con las indemnizaciones por despido. El plazo para posicionarse concluye el próximo 24 de febrero.