El ayuntamiento de Sant Llorenç ya ha empezado a tasar diversas propiedades cercanas al cauce del torrente de cara a poder adquirirlas para, por un lado evitar que una nueva desgracia como la sucedida el pasado 9 de octubre vuelva a suceder, y por otro para que estos propietarios no queden perjudicados tras la modificación de las normas urbanísticas prevista. El consistorio está dispuesto a invertir más de un millón de euros para comprar entre diez y doce parcelas urbanas y trasformarlas en zonas verdes, con el fin de crear una barrera de protección y seguridad frente a posibles inundaciones.

El alcalde llorencí, Mateu Puigròs, explica que en estos momentos el consistorio ya trabaja en "cinco o seis expedientes" para poder tasar de forma adecuada cada uno de los inmuebles que, o bien ya han sido demolidos por seguridad o bien suponen un peligro dentro del cauce del torrente ante otra torrentada.

Puigròs reconoce que en estos momentos ya hay varias tasaciones técnicas, la primera de ellas por 126.000 euros, "con lo que un millón de euros posiblemente no nos alcance", en referencia al convenio que actualmente el Ayuntamiento tiene con la Fundació La Caixa por esa cantidad.

Asimismo está previsto que esta próxima semana esté listo el informe definitivo de posibles causas de la inundación y los protocolos de actuación que deberían llevarse a cabo para tratar de paliar futuros daños. "Si bien una tormenta como la ocurrida es complicado que vuelva a repetirse y difícilmente sería completamente evitable", dice el alcalde.

Se trata de un amplio estudio realizado por el experto geógrafo Miquel Grimalt, de donde se desprenden diferentes indicativos a cumplir a medio y largo plazo. Así como las cantidades detectadas de agua en los puntos negros de las zonas rurales por donde el agua arrasó. El estudio, del que el consistorio de Sant Llorenç ya tiene un borrador, se ha realizado en colaboración con la Universitat de les Illes Balears y ha tenido un coste de 10.000 euros.