El ayuntamiento de Alaró ha dictado una orden de ejecución que obliga a la conexión de las aguas pluviales de la calle del Puig de sa Comuna hacia la nueva red de pluviales construida por la urbanizadora de Son Mas en la calle Solleric, haciendo cumplir así lo prescrito en el convenio urbanístico vigente.

Esta decisión se toma después de la polémica suscitada hace más de un año cuando el Ayuntamiento, argumentando la imposibilidad material de ejecución hacía la salida del pueblo por la carretera de Orient/Bunyola, decidió conectar esta conducción hacia la calle Pontarró, provocando un levantamiento vecinal y críticas de la oposición municipal. Una vez comprobado que la cañería sí puede instalarse, el consistorio ha dictado una orden en la que da tres semanas de plazo para ejecutar las obras.

Durante este año los vecinos alegaron ante el Defensor del Pueblo y la Oficina Anticorrupción que se trata de una calle que históricamente ha sufrido grandes y graves inundaciones; la falta de informes técnicos emitidos por parte de la empresa suministradora de aguas y alcantarillado y la inexistencia de un estudio hidrográfico de la zona. Por su parte, la oposición municipal exigió diferentes veces al pleno y a la Secretaría municipal que se diera cumplimiento a lo acordado en el convenio urbanístico con la promotora de la urbanización de Son Mas.

El portavoz de Junts, Llorenç Perelló, asegura que "estamos muy satisfechos de haber conseguido que impere la lógica".