‘Demon F. V.’ es la firma con la que han aparecido en los últimos días varias pintadas en la zona de la Serra de Tramuntana y en el municipio de Calvià, generando las quejas de los vecinos.

El incívico grafitero ha dejado su marca en el mirador de las islas de El Toro, junto a la rotonda de Port Adriano y al lado del campo de fútbol de Son Ferrer, por mencionar sólo algunos de los emplazamientos.

Esta semana, vecinos de Banyalbufar denunciaban asimismo a través de las redes la aparición de nuevas pintadas, estas vez en las carreteras que conecta este municipio con Estellencs y con Puigpunyent. El mismo grafiti ha sido reproducido en varios muros e incluso viviendas cercanas a la vía de la Serra.

Un hecho que no es nuevo en el paraje declarado Patrimonio de la Humanidad. De hecho, el pasado mes de septiembre se puso en marcha la limpieza de numerosas pintadas de este tipo en la Serra y el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, hizo un llamamiento para evitar estos actos, que señaló “lo único que hacen es perturbar el paisaje”.

Limpieza en trenes

La limpieza de los grafitis ocasionan cuantiosos gastos a las administraciones. Sólo un ejemplo. La empresa pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) se ha gastado en 2018 57.080 euros en la limpieza de estas pintadas, lo que supone un 21,6% más que en todo el año anterior.

Según los datos facilitados por la compañía ferroviaria, el año pasado se eliminó el equivalente a un total de 2.854 metros lineales de pintadas (es decir, casi tres kilómetros). Estos números representan un significativo repunte respecto a 2017. El año pasado, SFM dedicó 46.920 euros a borrar estas muestras de pretendido arte urbano (el equivalente a 2.346 metros lineales de pintadas).