Son los pasos lógicos y razonables. El Gobierno ha cuantificado los daños causados por la lluvia anárquica y excesiva y se dispone a hacer frente a algo más de la mitad de los costes de reparación de infraestructuras públicas.
Sant Llorenç ha padecido con ventaja la mayor parte del desastre y con buen criterio también se lleva la mejor tajada de la aportación estatal. Hay, sin embargo, una decisión que se apunta más trascendente, es la de suspender licencias de obra en el área de mayor influencia del torrente. El Ayuntamiento llorencí quiere hacer un replanteamiento de las normas subsidiarias para no contribuir con el urbanismo a desastres como los de octubre pasado. Los cambios que adquiere el clima aconsejan tomar estas medidas. Que la construcción no se alíe con destrucción.
