Más de 400 personas se han reunido hoy, domingo, en la possessió de Cas Capellers para celebrar una nueva edición de la fiesta del Quarteró, organizada desde 1995 por la Escola de Ball de Bunyola con la colaboración del Ayuntamiento, en recuerdo de la antigua costumbre de las possessions del municipio, cuyas collidores d'oliva celebraban el final de la temporada de recogida con esta fiesta. El nombre de quarteró proviene de la medida tradicional de vino que se regalaba a las collidores en esta celebración como agradecimiento a su trabajo.
La jornada festiva se inició con una salida a pie desde el pueblo organizada por el Grup Excursionista de Bunyola y con una ruta guiada por esta finca, situada en el límite del municipio con Marratxí. Bàrbara Suau dio a conocer detalles y curiosidades de su historia en una visita que incluyó parte de las casas, la tafona o el antiguo safareig, considerado popularmente el más grande de Mallorca.
Después, se sirvió la comida tradicional de la fiesta, a base de arenques con verdura y boniatos, además de aceitunas negras y naranjas, elaborada por los mismos miembros de la Escola de Ball de Bunyola. Como es tradición, la fiesta concluyó con bailes populares a cargo de la misma Escola de Ball.
La fiesta del Quarteró se celebró por primera vez en la possessió y desde entonces ha pasado por s'Estremera Nova (1996), Son Palouet (1997), Biniatzar (1998), s'Alqueria Blanca (1999), Son Térmens (2000), Honor (2001), Son Vivot (2002), Son Terrassa (2003), es Rafalot (2004), sa Font Seca (2005), Coma-sema (2006), Son Pisà (2007), es Pujol (2008), Alfàbia (2009), Raixa (2010 i 2011), Son Amar (2012), Son Térmens (2013) y, tras un paréntesis en los años 2014 y 2015, Biniforani Nou (2016), Raixa (2017) y s'Estremera Nova (2018).
En los primeros años también se organizaban otros actos alrededor de la fiesta, como una exposición o el Memorial Andreu Estarellas, un concurso de investigación juvenil en homenaje al folklorista Andreu Estarellas (Bunyola, 1890-1981). Es precisamente Estarellas quien en su obra l'Olivera recoge la costumbre de celebrar el Quarteró en las possessions de Bunyola y Orient, que desde 1995, además de recordar esta antigua tradición local, ha dado a conocer el patrimonio de estas fincas entre los bunyolins y visitantes.
