Los ataques de perros a rebaños de ovejas se han intensificado en Inca durante los últimos meses de 2018 y principios del presente año, según manifestó ayer a Diario deel teniente de alcalde de Medio Ambiente, Àngel Garcia. Una de las fincas más afectadas es la de Son Fiol, cuyo encargado, Gabriel Amer, en Lopes, refiere la pérdida de 18 corderos y 12 ovejas en los últimos ataques sufridos. Según el payés, el coste económico directo de las pérdidas sufridas asciende a unos 3.000 euros.

Garcia visitó ayer la finca para mostrar su apoyo al ganadero perjudicado y para recabar información. "Hemos habilitado a un agente de policía cuyo único cometido es la vigilancia rural, precisamente para intentar paliar estos casos", explica el concejal. Garcia informó a Amer que el agente de policía se encargará de visitar los alrededores de la finca afectada localizando las propiedades en que tengan perros, visitará a los dueños e investigará si los animales están correctamente documentados y con su chip correspondiente".

El presidente de la Cooperativa Pagesa de Inca Callerís, ha padecido también recientemente el ataque de perros a su rebaño de ovejas.

Chalés

Garcia explica que "probablemente no se trata del mismo o los mismos perros pues el problema que tenemos en Inca es la gran cantidad de pequeñas casas de campo o chalés de fin de semana que poseen perros. Estas mascotas pasan toda la semana solas, se aburren, y si pueden salen. Matan jugando porque no se trata de animales asilvestrados como se suele decir, son perros bien alimentados que matan por su instinto de depredadores".

Amer refiere que en su caso "probablemente no se trate de un animal grande. Más bien me inclino a pensar que puede ser uno a varios perros pequeños del tipo 'rateret' porque las ovejas y los corderos presentan mordeduras en la parte inferior de su cuerpo". El ganadero insiste en que ha denunciado el caso ante la Guardia Civil en varias ocasiones y también ante el Ayuntamiento y que viene padeciendo ataques sistemáticos desde el mes de octubre. "He permanecido vigilante tres o cuatro noches seguidas hasta la madrugada y no han venido, y a lo mejor al día siguiente, cuando me voy pronto, atacan: la verdad es que es muy frustrante ver cómo el trabajo de casi un año se va al garete, pues no son solo los animales muertos, sino las ovejas que por el estrés tendrán mal parir".

Garcia explica que "el Ayuntamiento va a empezar a elaborar un censo de mascotas y será obligatorio tenerlas registradas. Estamos estudiando además la posibilidad de establecer una tasa municipal sobre la tenencia de perros y gatos".