La conselleria de Cultura, Participación y Deportes del Govern retomará el próximo lunes las tareas de exhumación de la fosa común del cementerio de Alaró.

Se trata de la segunda fase de las excavaciones que finalizaron el pasado 7 de julio debido al hallazgo no previsto de un pozo ubicado en el terreno donde se llevaban a cabo las intervenciones. Entonces, se excavó todo el perímetro del pozo sin resultados. También se sondeó el interior del pozo hasta los cinco metros de profundidad, aunque los trabajos suponían un riesgo para los arqueólogos porque no disponían de la infraestructura adecuada.

Según el Govern, el equipo de arqueólogos ya está preparado para iniciar la segunda fase. Cabe recordar que se buscan los restos de dos personas: Pau Crespí Vilallonga, de 57 años, exalcalde republicano de Mancor de la Vall, y su hijo Onofre Crespí Riera, de 21 años. Ambos fueron asesinados el 20 de octubre de 1936 en la Costa de Tofla, en la carretera que une Alaró y Lloseta.

Se calcula que la fosa podría estar situada en la explanada ubicada junto a una capilla que tiene una superficie aproximada de seis por cinco metros.