El patrón de los animales, Sant Antoni, está a punto de armarla de nuevo en Mallorca. Su gran diada es el día 17, si bien la revetla del 16 es cada año más apoteósica. La expectación es tanta que el debate sobre cuáles son las localidades más santantonieres es cada vez más encendido. No en vano, muchos ciudadanos quieren disfrutar de la fiesta más auténtica, sentida y divertida. Sin olvidar nunca el componente gastronómico que le da su típico sabor.

La mayoría de vecinos reconocen que sa Pobla, Artà, Manacor, Pollença, Muro, Capdepera, Son Servera, Sant Llorenç y sa PoblaArtàManacorPollençaMuroCapdeperaSon ServeraAlcúdia integrarían con toda probabilidad un hipotético ranking oficial de los mejores Sant Antoni de la isla. ¿Pero en qué orden?

Precisamente ahora, el Punt Informatiu de Pollença (página web puntinformatiu.cat) realiza la encuesta Quin és el millor Sant Antoni de Mallorca? De momento la clasificación está liderada por Manacor. Le siguen Pollença, sa Pobla y Artà. Se constata lo dicho, la división de opiniones es toda una realidad social.

Curiosamente, entre los organizadores, principalmente las obreries y los patronats, imperan la humildad y hermandad.

Asimismo, además de las localidades antes mencionadas cabe tener en cuenta que en otras múltiples poblaciones, como Calonge, es Carritxó, Llucmajor, Vilafranca, Petra, ses Salines, es CarritxóLlucmajorPetrases SalinesPina hay personas, colectivos e instituciones que se esfuerzan para que la llama santantoniera sea lo más viva y digna posible.

Y es que a Sant Antoni le sobran atractivos: baile de los dimonis, foguerons, correfocs, gastronomía, bajadas de cuervos, dimoni ros y cruz de mata de Capdepera, gloses i ximbombes, el Pi de Pollença, cant de goigs a Completes, captes, argument artanenc y codolada gabellina, cavalcades i beneïdes, misas, ball de bot... Está claro que son demasiadas 'tentaciones'. No falta tampoco el merchandising, un sinfín de productos a la venta. La parte preocupante: la masificación y sus riesgos, algunas innovaciones que desvirtúan, agresiones sexistas y el excesivo consumo de alcohol. Sobre esto último, a medida que pasa el tiempo proliferan las campañas de concienciación.

Evitar la competición

Pep Pons, presidente-portavoz de la Obreria de Sant Antoni de sa Pobla, opina que "todos piensan que sus propias fiestas son las mejores", y evita entrar en una competición con el resto de pueblos sobre la mejor fiesta de Sant Antoni. Más que nada porque tampoco puede comparar, ya que nunca ha visitado otro Sant Antoni más allá del pobler, por razones obvias, pues su cargo le obliga a realizar una actividad "frenética" durante estos días tan especiales. Asume que probablemente nunca conocerá en primera persona las fiestas de los otros pueblos. "Cada uno hace su propia fiesta, sin copiar a nadie, y así debe ser", señala.

Pons explica que cada año, cuando faltan varios meses para Sant Antoni, todas las obreries y los patronatos de la isla se reúnen en una cena de compañerismo. "Todos explican las características de las fiestas de su pueblo, hay un gran compañerismo entre nosotros", apunta.

Para él, el Sant Antoni de sa Pobla es "pura emoción", sobre todo las Completes, un acto "más solemne" que los que se hacen en Artà o Manacor, "que son más festivos". Asegura que Sant Antoni "es la fiesta mayor de sa Pobla, esperada todo el año; han pasado las fiestas de Navidad y ni me he enterado porque ya estaba pensando en Sant Antoni", señala.

Por su parte, en Muro la fiesta popular también se vive con mucha pasión. Famoso por sus multitudinarias beneïdes, el pueblo disfruta de una revetlla muy animada protagonizada por los dimonis. Uno de ellos, Joan Álvarez Calet, explica que el Sant Antoni de Muro es cada vez más participativo, "con la escenificación y el correfoc de los Dimonis de sa Pedrera, además de las beneïdes con las carrozas, como rasgos distintivos de las fiestas".

"La gente rodea l0s foguerons y Muro se rodea de sentimiento, cultura, dimonis y gastronomía", añade antes de atreverse con una glosa: Sant Antoni és una guerra/ per qui fa la millor festa/ en batalles com aquesta/ jo sempre mor per la terra".

Pasando a la comarca del Llevant, resaltar que todos sus municipios viven intensamente la cita de cada mediados de enero. Camisas blancas, pañuelos rojos, sudaderas negras... Cada uno luce su propia marca con orgullo y se respiran ciertas rivalidades vecinales, con cánticos como los clásicos boti, boti, boti, gabellí el qui no boti o al revés, boti, boti, boti, artanenc el qui no boti.

En Son Servera, con el paso de los años, se han ido añadiendo actos a la fiesta, aunque sigue conservando dos de los más genuinos y con identidad propia: la capta pels carrers, un recorrido que realiza Sant Antoni, el dimoni y dimonions, acompañados de la Banda junto a un nutrido grupo de gente que les sigue, y, por otro lado, la popular baixada del corb, antaño La visita de Sant Antoni a Sant Pau. A diferencia de en Mancor de la Vall, aquí el cuervo es disecado. Los foguerons también son muy participativos y, en este sentido, en la nit de foguerons resulta complicado transitar por el centro del pueblo ya que una inmensa marea humana acompaña a la comitiva santantoniera de fogueró en fogueró para encenderlos. Los foguerons también tendrán su versión turística y el sábado siguiente al 17 de enero habrá fiesta en Cala Millor y Cala Bona.

En la capital del Llevant, Manacor, la celebración se ha vuelto multitudinaria, en determinados momentos incluso saturada, en los últimos quince años. Foguerons artísticos, bailes de los dimonis, Colcada, Completes y beneïdes son sus platos fuertes. Manacor también es noticia por la firme reivindicación de las mujeres de cara a poder ser protagonistas y encarnar a los personajes estrella. Otro debate abierto: el relevo de los miembros protagonistas y que todas las personas puedan optar a ser los cargos principales, por ejemplo mediante votaciones al estilo del simulacro de los moros i cristians de Pollença.

Capdepera y Artà

Capdepera primero y después Cala Rajada en los últimos años. Kiko Melis es el actual presidente y reconoce la labor que se ha llevado desde la Obreria para intentar conservar la fiesta, no desvirtuarla y recuperar actos tradicionales, que se hayan dejado de celebrar, como la Picarolada, que emula aquel antiguo aviso que se hacía por las calles del pueblo, para recordar que se iniciaban los festejos, se hacía haciendo sonar picarols i corns. Dicha Picarolada se realizará este año el próximo martes, a las 19 horas. No faltará el chocolate caliente con coca para todos los asistentes y el posterior combat de glosadors. Otras peculiaridades de Capdepera: la ruptura de la cruz de mata hecha en el suelo delante del portal de la iglesia, las corregudes, la participación no solo de vecinos sino de residentes de otros lugares e incluso turistas extranjeros, la llamativa pareja de dimonis... Destaca también que sea una fiesta donde haya consumo de hierbas, pero que jamás se ha desmadrado y ha sido muy respetuosa e integradora. La Banda de Música gabellina, puntal importante de tan sentido evento.

Y Artà puede presumir de conservar en gran parte su esencia histórica y tradicional, siendo uno de los indiscutibles referentes de Mallorca. Pere Pep Gil, uno de los miembros de la Obreria (también están Miquel Cursach y el rector mn. Joan Servera), sostiene: "Per cadascú del seu poble, el millor Sant Antoni ha de ser el seu!". En esta línea prosigue: "L'hem d'estimar i respectar la festa, hem de cuidar l'esperit antonià". Los ingredientes básicos de la celebración artanenca: casa des trull, pareja de dimonis, banda, acapte, Completes, foguerons, gloses, cavalcada i beneïdes, oficio solemne, Argument de Joana Aina Ginard Brunet Butlera y ballada. En definitiva, un extraordinario menú que promete, un año más, emociones.