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La política y la relación laboral

Con los fundamentos en los que se ampara el juez para desestimar los indicios de presunto acoso laboral en el ayuntamiento de Alaró, en 2015, cuando Joan Simonet era alcalde, parece claro que la querella estuvo impulsada por factores externos, pero asociados, a las funciones sindicales y de trabajo de limpieza en las instalaciones municipales.

No se da la dependencia jerárquica que pudiera amparar la acusación de acoso, se considera justificada la denegación de horas sindicales y se alude a los conflictos familiares de la demandante como espolón del conflicto. Con todo ello, aún descartando responsabilidad penal, permanecen visibles las malas relaciones personales y profesionales.

Estamos también ante una deficiente combinación de política y vínculo laboral en la que, si se añade la endémica lentitud de la Justicia, se desemboca en claros perjuicios privados y públicos. El tiempo no ha pasado en vano. Joan Simonet ha realizado un trasvase político y profesional y en todas las partes afectadas permanecen las secuelas de un conflicto prescindible si se hubiera sabido obtener mediación y actuar con mejor intención.

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